miércoles, 10 de julio de 2019

Mi hermosa librería


(A Guillermo Herrero, patrón de “CERVANTES”, in memoriam)

   
Era y es mi hermosa librería la librería Cervantes de la calle Real de Segovia, y la de más antigüedad en la ciudad del Acueducto. Y digo mía porque en ella me abastecía de las novedades literarias y de toda clase de juegos y libros infantiles y escolares. Y cito al Acueducto porque “la Cervantes” constituía y constituye un trasvase de cultura mayoritaria, impresionantemente histórico. Cuatro generaciones la han mantenido viva y actual, aunque pareciera que no cambiaba nunca.

Espero y deseo que permanezca incólume, por lo menos en el siglo XXI, modernizándose todo lo que sea preciso y menester. En manos de Guillermo Herrero —no hay quinto malo—, hijo homónimo del reciente fallecido y periodista de “El Adelantado”, queda. Yo también fui librero, pero mi “García Lorca” la tuve que cerrar por causas naturales: la invasión de los supermercados y las grandes superficies comerciales, que hacían las opas más humillantes a las tiendas de barrio.

Al viejo patrón (87 años+) hónresele como se mereció en vida, con las distinciones mayores del Ayuntamiento y la Diputación. Ahí será de ver la cortesía segoviana con sus hijos ilustres, que a veces ha sido harto mezquina, y siento hacerlo público aquí.

Mi librito y rosario de primera comunión, en la librería Cervantes mi hermana Alejandra me lo compró y lo conservo todavía.

Cándido, el fundador, recibía en su establecimiento las visitas de don Antonio Machado el bueno y otros notables próceres del arte y la literatura, que están en la memoria de todos los ciudadanos cultos. Y Guillermo, que en paz descanse, igual, con su inseparable, querida y hacendosa Petrita, de Polendos, siempre a la mano.

Este articulillo urgente quiero que se lea y vea como mi corona de flores para el finado. R.I.P.

918470225

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