jueves, 28 de febrero de 2019

Quizás

Quizás me quieres,
Quizás te adoro,
Quizás es plata,
Quizás es oro.

Quizás llovizna,
Quizás graniza,
Quizás te empinas,
Quizá agonizas.

Quizás aciertes,
Quizás desbarres,
Quizás me desconciertes
Y no me amarres.

Quizás no sepamos
Amarnos cada día,
Quizás nos perdamos
En las noches umbrías.

Quizás los dos, amor,
Estemos descentrados de por vida
Y sea lo mejor
No restañar heridas.

Quizás es que estoy solo,
Quizás es que estás sola,
Quizás es que ya Eolo
No nos bate la ola.

Quizás es que tú sueñas
Demasiado, amiga,
Y he olvidado la seña
Que tanto me intriga.

Quizás, quizás, quizás
Es que, triste y pobre, dudas
Si permaneces o mudas
Sin encontrarnos jamás.

Quizás, quizás, quizás
Sea que no nos conviene
Estar a lo que va y viene
Porque sí y, ay, sin compás.

Tú a lo tuyo y nada más,
Yo a lo mío y nada menos.
Los dos nos encontraremos
Quizás, quizás, oh, quizás.

Esta pendolera estima
Nos apoca y nos sublima.
¡Qué contradicción, señor,
Nos muestra siempre el amor.

Hielo y fuego, cuerpo y alma,
Vida y muerte en todo unidas
¿Cuándo será la partida
En la que reine la calma?

Dése por ida y soñada.
Sólo sé que soy mortal,
Sólo sé que no soy nada
O quizás, quizás, quizás…
Punto final.


a.sotopa@hotmail.com
918470225

miércoles, 27 de febrero de 2019

Tal vez

Tal vez te encuentres sola,
tal vez te vuelva a ver,
tal vez seamos juntos
los que fuimos una vez.

Tal vez el mundo
gire en torno a los dos,
tal vez se complementen
la luna y el sol.

Tal vez se acaben pronto
Trump y Maduro,
tal vez el Brexit
sea declarado nulo.

Tal vez el Torra
y el Puigdemont
se viertan en España
de todo corazón.

Tal vez, tal vez, tal vez…
se encarame el SÍ sobre el NO.


a.sotopa@hotmail.com
918470225

lunes, 25 de febrero de 2019

Silvia Clemente, ser o no ser

La gran duda es
ser o no ser
Silvia Clemente,
la que siempre fue
fiel seguidora
del pe pé,  pe pé.

Ella como un Hámlet
femenino es
muy duditativa,
qué lo vamos a hacer.

¿Se inclina por Ces?
Lo duda, lo dudo,
y yo qué sé qué.

¿Hay alguien que ayude
a resolver
este enmarañado paripé de ser o no ser?


918470225

jueves, 21 de febrero de 2019

No me quieras tanto

No me quieras tanto
después del desencanto
que por ti he sufrido.
Dime cómo y cuándo
me he de ir volando
a mi propio nido.

No hubiera salido
a buscarte a ti
sin estar perdido
y fuera de mí.

Pues ya que lo hice
y sin avisar
vuélveme a llamar
como siempre quise.

¿De quién hablo, dices?
De dos infelices
que tiros de amor
abortaron el fruto en la flor.

Siguen las raíces
ahondando en el alma.
Calma, calma, calma
si tú me bendices.

Perdón es la palabra
que dejo aquí.
Tu corazón se abra
y me recoja, ay, sí.

Fuera de tu lado
no encuentro contento.
Sea este lamento
con tu amor pagado.


a.sotopa@hotmail.com
918470225

miércoles, 20 de febrero de 2019

El poeta

Escribe mucho,
todo el día está escribiendo
en libretas de hule o polipiel
que guarda en los bolsillos camiseros
junto al ardido corazón
como aquel borrachuzo de Bukowski,
aunque sin su ingenio ni su mala leche.

No importa,
da fe de vida,
cuenta lo que le pasa,
canta lo que le gusta,
se enoja ante los malos tragos,
se ríe de sí mismo
y pone a caldo a los políticos, los banqueros y los giliprogres.

No tiene pelos en la lengua,
ni flores en el pelo
ni abuela que le alabe;
por no tener no tiene
ni perro que le ladre o le haga pis en los zapatos.

Anda solo a menudo
pero se fija en todo:
en la acera bacheada y descompuesta,
en la alambrada del jardín vecino,
en la escuela de música,
en la cigüeña de la iglesia
y en los cigoñinos del paseo de los chopos y los fresnos.

Cuando va por el río
tira piedras al agua
y se moja en sus ondas
y se pincha los dedos
auscultando los ramos
de las zarzamoras.
Si pisa un hormiguero le sugiere una fábula,
si relincha un caballo se entretiene observándolo,
si ve un huerto se pone verde,
si encuentra un banco, siéntase a imaginar.

La pluma no le falta,
el sombrero tampoco,
la pipa humea
con elegancia y discreción.

Bebe cuanto le place:
whisky, anís, cocacola,
cointreau, chartreuse, pipermint,
vodka, tequila,
cognac, brandy, cerveza,
cava, champán,
limoneno, vermut,
orujo finas hierbas de Galicia,
aguardiente tomellosino,
café irlandés, martini…
y licores a mansalva.

Le gustan las montañas y los valles,
las subidas y las bajadas,
los puertos marítimos y las olas tempestuosas,
el sol y la luna,
la noche y el día,
la línea recta y la línea curva…,
ama los girasoles y las violetas:
es contradictorio, claro,
y tuvo amores, cómo no,
muchos de ellos de papel fracturable
o platónicos, simplemente.

Usa la cabeza, los pies y el corazón
y no se para en barras ni cerrojos
cuando de hablar de libertad se trata.

Le obsesionan los peces
por su resbaladiza ubicuidad,
y asimismo los cangrejos atrasados,
las elásticas ranas saltarinas,
los topos de tunelado terciopelo,
las mariposas de vuelo efímero,
los gatos, los leones y los linces.

Detesta sin embargo a las serpientes
ondulantes y sinuosas
y a los mosquitos traidorzuelos
y a los sapos babosos.

Mira por los agujeros de las puertas
y mira por los espejos enmarcados,
mira por todas partes, con los ojos
cargados de lagrimones desde niño;
mira detrás de sí, pero también delante y de lado a lado.

Le sientan superiores los abrigos, los pantalones y los sombreros,
cada vez más grandes,
ya que su cuerpo mengua
y apenas le obedecen
los músculos rosados…,
mas se mantiene erguido,
bien alzada la frente,
alisados los pómulos
y la barba esparcida en la mamola.

Conoció a grandes hombres,
charló con ellos
y aprendió a escuchar.
Umbral, Gerardo y Dámaso
fueron algunos de sus maestros más conspicuos,
y luego él
fue también un gran maestro
pero solo de letras, las primeras letras:
las que enseñan a enderezar la adolescencia.

Buero Vallejo
le regaló un prólogo a sus farsas
y se lo leyó en su casa humilde de Hermanos Miralles
antes de imprimirlo en Espiral Fundamentos.
“Nada vale la pena”, piensa a veces,
y no obstante, sigue escribiendo y escribiendo.

En los bares de pueblo
ha consumido muchas horas
oyendo las leyendas de amor de los viejos
antes de que se eclipsaran
en la boca de lobo del alzheimer
con los dientes corroídos del color del azufre.

Sabe que no es Shakespeare ni Dante,
ni Calderón ni Lope,
ni Lorca ni Machado,
ni San Juan ni Teresa
y ni siquiera Campoamor;
tampoco Lawrence Durrell,
Baudelaire o Flaubert,
William Saroyan o Hemingway,
Pero qué lo vamos a hacer.
“Hojas de hierba” son sus hojas en todo caso
y se adapta a la vida más corriente:
baja la basura,
saluda a los amigos,
canta de cuando en cuando,
llora a mares…
es puntual y ordenado,
se atiene a lo que le echen por la espalda sin rechistar.

Un pájaro rojo
le revolotea en la cabeza,
un urogallo se le empina,
un unicornio sueña en él persiguiendo a Utopía
en las noches felices.

Dejó colgado un candil en el sobrao
que aún le alumbra
con el aceite de Baena
de su amada Ana.

Orilló en el trastero
sus máquinas de escribir
(unas veinte de distintas marcas),
sus álbumes de fotos
(otros veinte o aún más)
y toda la ferralla de la ferretería del corral de sus padres,
en el que el ocio entretenía en los veranos juguetones:
martillos, puntas,
tornillos, alicates,
sierras y palas y azadones,
azadas y azagayas…
con los que componía un carricoche
con ruedas de madera traverseras
que siempre tropezaban en el barro
y en cualesquiera piedras,
llevando solo heno.

También llevó al trastero de los útiles viejos
los lápices de Alpino,
las gomas de borrar Milán no sé qué numero
y los comics de fieras
que entre naranjas y castañas y peroperas de don guindo
le traía de Cuéllar
en el carro del burro Ocicomono,
totalmente obediente
y más manso que el Buche.

Aquí para el poeta,
aquí detiene sus recuerdos.
Aquí se planta.
La vida le llevó siempre adelante
por caminos inciertos y dudosos,
pero supo arriesgarse y triunfar.
Ahora goza —escribiendo todavía—
de una píngüe pensión,
con Dios mediante y el gobierno de turno.

Nadie le niegue un óbolo
para embarcar a la inmortalidad.
¿Digo su nombre?
Lo adivinásteis ya.
¡Qué poeta que fue,
qué poeta será!


a.sotopa@hotmail.com
918470225

lunes, 18 de febrero de 2019

Casa de Campo

¡Oh río paseante!
¡Oh mañana mansa!
Los árboles alzando
al cielo alto las ramas
y mis ojos mirando
su belleza callada.

En este valle umbroso
levanté mi casa,
la  doté de balcones
y de terrazas.

El aire se detiene
en torno de la valla
y mi alma inconsútil
se sube a las montañas
trepando como un gamo
de cresta coronada.
¡Oh torrentes vibrantes!
¡Oh cumbres solitarias!
¿En qué estarán las piedras
pensando ensimismadas?

Jamás me iré de aquí
por donde corre el agua,
orea el jaramago,
vuela la alondra y canta.
Jamás saldré al tumulto
de la ciudad blindada.
Jamás aspiraré
ni al oro ni a la fama.
Estoy lleno de libros
y estoy lleno de gracia.
Ya lo he ganado todo
y no he perdido nada.
El viajero que fui
lee, evoca, descansa…
con las puertas abiertas.
¡Mi casa, ah, mi casa!


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viernes, 15 de febrero de 2019

El constante movimiento

Movimiento de tierras,
movimiento de ríos,
movimiento de mares…
Todos a sus albedríos.

No se para nada,
no se para nadie,
no se para el sol,
no se para el aire.

Pero… ¿a quién se lleva
tanto movimiento?
A toda la gleba
y a cada elemento.

Rueda el rico, rueda el pobre,
vuela el ave, nada el pez,
brinca el gamo y anda el hombre,
se balancea el bauprés.

Galileo bien sabía
el constante movimiento
de los astros por su vía…
y el sentir y el pensamiento.

Quietos, quietos, mandó Dios
en su inmensa potestad
a los padres que creó
creando a la humanidad.

Luego ellos se esparcieron
más allá del Paraíso
y estas tretas nos hicieron
con sus hijos divididos.

Movimiento, párate.
Ya veremos lo que haremos
tras el traste primigién.
Viviremos, viviremos.

918470225

jueves, 14 de febrero de 2019

Madriz me mata

Por la circulación
Medio parada,
Madriz está atorada,
Madriz me mata.

Por sus teatros verdes
Y sus corralas
En las que se habla y habla…
Madriz me mata.

Por sus museos
Y sus cloacas
De negras aguas…
Madriz me mata.

Por su Puerta de Alcalá
Y su Puerta segoviana
De cara al Guadarrana…
Madriz me mata.

Por el Parque de El Retiro
De los Austrias
Con sus flores y sus barcas…
Madriz me mata.

Por sus cronistas oficiales:
Larra, Aguinaga,
Mesonero et alias…
Madriz me  mata.

Por sus altos palacios
Y sus murallas
Ya arruinadas…
Madriz me mata.

¿Qué habré de hacer
Entre tanta nostalgia?
Decídmelo hermanos y hermanas…
Pues que Madriz me mata.


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miércoles, 13 de febrero de 2019

Nombres en capilla por sus zancadillas

Oriol Junqueras,
Jordi Turull
y Joseph Rull
con otros troteras
como Santi Vila,
Carlos Mundó,
Raúl Romeva
y Joaquín Forn,
o Jordi Cuixart,
Carme Forcadell,
Maritxel Borrás,
Jordi Sánchez,
Dolors Bassa
y aun demás, demás…
son nombres en capilla
ante el Tribunal
Supremo español
que juzgándoles está
por malversación
y por rebelión
o por sedición…
que de las tres hay.

Sea el juicio justo
pide este plural
escritor en  prosa
y en verso caudal.

a.sotopa@hotmail.com
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martes, 12 de febrero de 2019

Pipa y sombrero

Dijo la pipa al sombrero:
Apártate, que presumo
Que vas a taparme el humo
Si no te apartas primero.

Dijo el sombrero a la pipa:
Me aparto porque te quiero.
Con sombrero y sin sombrero
Nuestro señorito flipa.

Y así fue que el caballero
Muéstrase en sombrero y pipa.
Ni se asuela ni se gripa,
Sea Julio, sea Enero.


918470225

lunes, 11 de febrero de 2019

El cocinero Tezanos

Ni Ferrán Adriá fusión
ni Master-chef TVE
es Félix Tezanos, Che
de Sánchez el del falcón.

Cocinero monclovita
es lo que es Félix Tezanos,
quien revuelve con sus manos
el puchero y la marmita.

¿Qué marmita, qué puchero?
El de los sondeos, tío.
Sintamos escalofrío
con la encuesta de este enero.

Marca que el primero es
en el arco de su lista
el partido socialista
al que otorga el palmarés.

Pone el cuarto al popular,
lo cual es una risión.
Que proyecte esa visión
es miopía ocular.

Las elecciones de mayo
nos dirán que se equivoca,
Pero… ¿quién tapa la boca
al flautín pipirigallo?


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viernes, 8 de febrero de 2019

Gibraltar, colonia inglesa

Veremos a ver qué pasa
si Gibraltar se traspasa
a España, que siempre fue
hasta el Tratado de Utrecht
la reinona de esa plaza.

¿Colonia inglesa? Pues claro,
dicta la Unión Europea
a la que el Brexit torea
y ni se entra por el aro
ni se suma a su tarea.

Nuestro intacto es el Peñón
aunque la pérfida Albión
nos lo fuera a arrebatar
en guerra abierta en el mar
contra el imperio Borbón.

Que ahueque el ala la arpía
y devuelva lo robado
sin honor ni gallardía…
al VI Felipe honrado
de la hodierna Monarquía.

Y aquí paz y después gloria
porque está en nuestra memoria,
memoria del corazón.
Así se escribe la historia
cuando se tiene razón.

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