viernes, 15 de febrero de 2019

El constante movimiento

Movimiento de tierras,
movimiento de ríos,
movimiento de mares…
Todos a sus albedríos.

No se para nada,
no se para nadie,
no se para el sol,
no se para el aire.

Pero… ¿a quién se lleva
tanto movimiento?
A toda la gleba
y a cada elemento.

Rueda el rico, rueda el pobre,
vuela el ave, nada el pez,
brinca el gamo y anda el hombre,
se balancea el bauprés.

Galileo bien sabía
el constante movimiento
de los astros por su vía…
y el sentir y el pensamiento.

Quietos, quietos, mandó Dios
en su inmensa potestad
a los padres que creó
creando a la humanidad.

Luego ellos se esparcieron
más allá del Paraíso
y estas tretas nos hicieron
con sus hijos divididos.

Movimiento, párate.
Ya veremos lo que haremos
tras el traste primigién.
Viviremos, viviremos.

918470225

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