lunes, 18 de febrero de 2019

Casa de Campo

¡Oh río paseante!
¡Oh mañana mansa!
Los árboles alzando
al cielo alto las ramas
y mis ojos mirando
su belleza callada.

En este valle umbroso
levanté mi casa,
la  doté de balcones
y de terrazas.

El aire se detiene
en torno de la valla
y mi alma inconsútil
se sube a las montañas
trepando como un gamo
de cresta coronada.
¡Oh torrentes vibrantes!
¡Oh cumbres solitarias!
¿En qué estarán las piedras
pensando ensimismadas?

Jamás me iré de aquí
por donde corre el agua,
orea el jaramago,
vuela la alondra y canta.
Jamás saldré al tumulto
de la ciudad blindada.
Jamás aspiraré
ni al oro ni a la fama.
Estoy lleno de libros
y estoy lleno de gracia.
Ya lo he ganado todo
y no he perdido nada.
El viajero que fui
lee, evoca, descansa…
con las puertas abiertas.
¡Mi casa, ah, mi casa!


918470225

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