viernes, 31 de octubre de 2014

Pobre cerdo, con todo lo que le debemos


Al rico cerdo
le reducimos a “chorizos”
y creemos que con eso
todo está hecho y dicho,
poniéndole a la brasa
del popular  vulgo Remilgo.
Pues no, señores.
El cerdo es bicho
con otros pormayores
sabores y caprichos
en los que se deleita
el pueblo comicidio.
¿O es que no nos hartamos
con su sacrificio?
Un respeto al tostón.
Un respeto al cochino.
Cuando le pongáis nombre
al político indigno,
llamadle toro, lobo,
jabalí, lince o cocodrilo
y no se ofenderá
porque tal es su oficio
por propia voluntad
con cuernos o colmillos,
que él bien sabe
que cometió delito,
aunque calle humillado
ante el juez Ruz o Elpidio,
ya que el que calla otorga
sus trampas y sus vicios.
Dejad al cerdo incólume,
que será pobre pero está muy rico.

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jueves, 30 de octubre de 2014

Los peces padecen sed


Los peces padecen sed,
y esto no lo digo yo,
que lo afirman los científicos
en continua seguisión
por riomares contiguos
plenos del H 2 O,
estando donde han estado
desde su re-creación.
No me lo creo, señores,
pero no vale mi no
ni falta que hace al propósito
de la fiel observación,
aunque peces seamos todos
en continua natación.
Peces con sed…, viviremos.
¿Viviremos? ¿Y pro quo? 
Esperemos se disipe
tanta, tanta confusión.
Humanos, humo disperso;
peces acuarios mejor.

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martes, 28 de octubre de 2014

Sonetillo interrupto, dedicado al corrupto

¡Cuántas bobaliconadas
se derraman por la boca
y las prensas conchavadas
en lo que a corrupción toca!

Que paguen los mamandurrios
de una vez a este país.
Menos trenos, menos bis,
menos lamentos tonturrios.

De hipócritas fariseos
asamblearios y pigmeos
estamos hasta los h.

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lunes, 27 de octubre de 2014

Fiesta del pajarero Frutos

Ilustración: Mónica Carretero

San Frutos es fruto
de la honestidad
de un pueblo creyente
en el Más Allá.
¡Oh Frutos bendito,
¿permanecerás
pasado el otoño
de esta breve edad!?
Para mí que sí,
Señor ten piedad.
Pajarero fuiste.
A volar, volar.
Nos encontraremos
tras ansias de paz,
allí donde reina
¡oh!, la Eternidad!

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miércoles, 22 de octubre de 2014

Las aventuras del adolescente Nicolás español


He leído y releído decenas de veces las divertidas aventuras y desventuras de “El pequeño Nicolás” francés, escrito por René Goscinny (del que debieran tomar nota padres e hijos) pero este Nico español viviente que nos presenta a toda página la prensa como “retablo de maravillas”, supera cualquier expectativa imaginaria por sus travesuras y travesías político-económico-culturales cometidas en el reino de las Españas, cada día más alucinante, unas y otro.

Lo que el adolescente madrileño ha trapaceado deja chica la picaresca nacional del Siglo de Oro contenida en libros clásicos, tal El Lazarillo de Tormes, El Buscón segoviano de Quevedo, las andanzas del Guzmán de Alfarache de Mateo Alemán o las de Marco de Obregón, pseudobiografía de Vicente Espinel.

Estos ¿hechos? de Francisco Nicolás Gómez Iglesias  sí que son unos “episodios nacionales” dignos de Galdós, de Francisco Umbral, de Raúl del Pozo o de Arturo Pérez Reverte, y aún de más autores. Estoy por decir que no me los creo, que son una fantástica novela, y, por tanto, no reales y ciertos. Pero, ay, resultan aparentar la vida misma actual, tan tarjeteada o jeteada en negro a ratos -blak is blak- o con el blasier de Blesa, azul marino y a la caza de montería. Los y las c. tiran al Monte… de Piedad. ¿Se la daremos, la piedad digo? Mejor, no; Maphre, no. Que paguen ellos solitos sus culpables “acciones”.

¿Y qué hacemos con “El pequeño Nicolás” controvertido? Quedarnos pasmados, simplemente pasmados, hasta que llegue Podemos, que no llegará, porque, si llegara al asalto de este cielo turbio, eso sí que sería la debacle total.



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martes, 21 de octubre de 2014

Membrillos de octubre


Membrillos todos
en Puentegenil
en este octubre
de agua nubil
que anega el valle
andalusí
por donde corre suelto
Guadalquivir.
Membrillos, carne
dorada al fin
de invierno, verano
y “prima” gentil
cuando ya las flores
se salen de sí.
¡Ay, cuánto membrillo
nos da este país!


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Otoño hasta el moño

Quedo hasta el moño del coño
de las hojas secas
de este otoño
sacamantecas
lleno de níscalos
y otras entecas
setas pilongas
y pinarie(g)cas.
Que alguien me asista,
venga a mi vera
y desentierre
a su manera
tanta floresta
como prospera
bajo una manta
terreo-bajera
de agujas táctiles,
humus y miera;
esto es la leche
cabrioovejera,
esto es la tundra,
esto es la pera.


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lunes, 20 de octubre de 2014

El macho alfa

Alfa, beta, gamma, delta…
Alfa es la primera letra
y también el primer macho
de la primate cadena
de acuerdo con los estudios
que nos divulga la prensa.
Todos bajo su mandato,
todos en fila, en carrera,
al asalto monclovita
de los cielos que él desea,
el rector de los “Podemos”,
el coletas Pablo Iglesias,
y en los que el pueblo, la gente,
se deja guiar a ciegas,
aunque se salte la ley
sin medir sus consecuencias.
¿Podemos o no podemos
fiarnos a las de veras
de sus múltiples milongas
 o sus dispares apuestas
con las del Pablo Echenique
que a las claras se le enfrenta
con un trío que parece
un trío de calaveras?
Demos por muerto el enfado,
vista alegre la asamblea.
El macho Alfa es el summun
y la única propuesta.
Ya veremos, si es que vemos,
adónde la masa llega
con este macho cabrío
al que fía su existencia
en su inmenso descontento
y en su histórica torpeza.
Dadnos, Dios, vida y mesura.
Dadnos, Dios, inteligencia.
Alfa, beta, gamma, épsilon…
lambda, eta, theta, omega.
El alfabeto no alcanza
a comprender tanta idea
como hoy se nos desparrama.
Cronos tiene la respuesta.
Para entonces ya no habrá
blancas ni negras tarjetas.
Por la cuenta que nos trae,
atended esta conseja.

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viernes, 17 de octubre de 2014

Autobombo de la biblioteca

Soy una biblioteca
dispuesta y silenciosa
a enseñar cada cosa
que a usted le apetezca.
Entre en mí, no tema;
guardo para todos
temas, modas, modos…
de forma muy amena.
Yo huí de la quema
de la inquisidora
eclesial señora
que a tantos apena.
Yo inyecto noticias
y libros en vena;
mejores delicias,
ni en una colmena.
Entre y quédese
repasando atento
cada testamento
que a tal registré.
Entre y que le den
el libro preciso,
sumisa o sumiso
con mi ten con ten.
Biblioteca soy,
a por ti me voy,
vente tú conmigo,
amiga o amigo,
el mañana es hoy.


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miércoles, 15 de octubre de 2014

Ébola celos y médicos


-¿Qué hay que va aún más allá?
-Ébola.
-¿Y por qué andamos tan lelos?
-Celos.
¿Y qué son los balompédicos?
-Médicos.

Ya que estamos ortopédicos
sin saber qué hacer o no,
allá Dios con nuestro yo,
ébola, celos y médicos.


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martes, 14 de octubre de 2014

La Carmen de Ana Zamora

Anda Madrid revuelto, el Madrid zarzuelero del Teatro Real, por la puesta en escena novedosa y rompedora de la “Carmen” española de Bizet, poco que ver y oir con respecto al original del viajero francés por tierras andaluzas en el siglo XIX.

“Renovarse o morir, o crece o muere”, que es la ley de la vida prescrita por los sabios de la antigüedad grecolatina y renacentista, y parece que hodierna. Pero ni fu ni fa ni fue. Vacío. Hastío.


Y ahí y así ha expuesto Ana Zamora la trama y tramoya del original francés, llevándola (o trayéndola) hasta la actualidad palpitante, con figuraciones de Mariana Pineda, Clara Campoamor y otras heroínas de por medio hasta la actualidad, más friky que otra cosa. Confusión y desolación para los puristas.


Esto ha ocurrido precisamente coincidiendo con la Fiesta Nacional de la Pilarica en este 12-O-2014, con un desfile de aviones por el aire y regulares y legionarios a pie de tierra marcado, con una oveja paralela en vez de una cabra tradicional. La España que supervive, queramos o no.
“Montaje conceptual y no sensual”, afirman algunos críticos. 


Pues sí. Por eso a mí, pecador insolvente, no me gustó nada su fría e inexpresiva transmisión por televisión, relegada a la 2 y a las 5 horas de la tarde, de escaso seguimiento, salvo en las corridas. Esa no fue mi Carmen cigarrera, esa fue otra cosa muy difícil de definir y comprender. “Bien y mal, sumisión y libertad”, añaden los sedicentes críticos. Allá ellos y allá yo también, perdonadme si queréis.

Lo de la modernidad lo tengo muy claro: No me gusta que el director o directora se impongan sobre el autor o la autora. Basta ya. Soy partidario acérrimo de que las obras clásicas, y esta lo es en su mismidad cercana, se expongan tal y cual fueron concebidas y realizadas en su tiempo y sociedad. Lo demás son pamplinas alusivas, suenen más o menos bien. O disuenen en la contemporaneidad.


Ana Zamora debiera quedarse en la Edad Media, que es donde resulta.



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jueves, 9 de octubre de 2014

El perro Excalibur

Perra vida,
perrito Excalibur,
la víctima propicia
eres precisamente tú
y no el hombre o la hembra
que malició nuestra salud
por el ébola ese
que nos llegó al albur
de la África profunda
-siempre el sur-
donde la pobrecía
resulta un calambur
que al que le toca, toca
cargar con la cruz
de la mortal enfermedad.
¡Jesús, Jesús!
Tu sacrificio sea en vano.
Totus tuus.


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miércoles, 8 de octubre de 2014

A Dolores Garrigos Bueno

¿Quién es fan de mis favores?
Dolores.
¿Qué Dolores, ay, por Dios?
Garrigós.
¿Y qué más, por si me estreno?
Bueno.

Sea este ovillejo lleno
de su impaciencia poética
y lo ensalce con estética
Dolores Garrigós Bueno.

(En memoria del XL Congreso de la RAECO
celebrado en Oviedo del 26 al 28 del IX-14)


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martes, 7 de octubre de 2014

Cumpleaños feliz entre amigos


Con gusto cargaré con la cruz de los años.
Con gusto me abstendré de hacer males ni daños.


Es la vida un regalo que cada día nos trae.
Es la vida un trasiego continuo que nos llena y distrae.


Voy a seguir copiando, imitando y gastando
todo lo que después de hoy me siga dando.


Iré al mercado de los frutos prohibidos.
Volveré por la senda de los pasos perdidos.


Leeré cuanto tenga que leer con premura
y aprenderé a estar solo con la sabia escritura.


Los muertos, por sus obras, me enseñan a vivir
de una forma integral para al fin pervivir.


Si creéis en la suerte de las cartas marcadas,
creedme a pie juntillas y las partidas las tendréis bien ganadas.


Nadie es dueño absoluto de su propio destino,
mas lo que más importa es hacerse uno mismo camino.


En paz os dejo ya, en paz y libertad.
Recibid la limosna de mi abastada edad.

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lunes, 6 de octubre de 2014

El pajarillo de Vicente Oya


Vicente Oya, Cronista Oficial de Jaén, nos ha deleitado en el Congreso de la RAECO en Oviedo (26-28 de septiembre) con el libro homenaje que le han dedicado Antonio Rivas y Guillermo Sena, recogiendo sus artículos publicados en los diarios “Jaén” e “Ideal”.

Se trata de un testimonio histórico y poético en el que al modo de un cuentista-cronista clásico desgrana la vida de su ciudad, con la mesura y distinción que le caracterizan.

Hombre de buen ver y mejor sentir, nos presenta a la octava provincia andaluza y medio castellanomanchega a través de las vivencias de Gacelo, su pajarillo inspirador, siempre atento al progreso de la ciudad y las vivencias de sus vecinos. Y lo hace con un estilo claro y verdadero para que permanezca en el tiempo, como cronificador que es y de los buenos.

Cito algunos de sus encabezamientos: Cortijos blancos, Ajetreo y ruidos ciudadanos, Las tres morillas por la Fuente de la Peña, Volar por encima de todo y El pajarillo también va a la escuela…

El año próximo por estas fechas nos acogerá a los Reales y Oficiales Cronistas de España, uno de los cuales es él, en su Reino de Jaén.

Hasta entones, vayan leyendo “Gacelo: mi pajarillo amigo”, una pequeña síntesis de su sabiduría humana.

a.sotopa@hotmail.com

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viernes, 3 de octubre de 2014

Alejandro Casona



Ponencia del XL Congreso Nacional de Cronistas, celebrado en Oviedo del 26 al 28 de septiembre de 2014

Alejandro Casona (Besullo, Asturias 1903-Madrid 1965) es un autor injustamente preterido por los productores teatrales actuales y por eso me voy a ocupar de su obra.
Dejaré aparte las grandes comedias (La dama del alba, La sirena varada, Nuestra Natacha, La barca sin pescador, Siete gritos en el mar, Los árboles mueren de pie, La casa de los siete balcones, la llave en desván y El caballero de las espuelas de oro…) muy populares en su tiempo y después controvertidas y relegadas, y me centraré en analizar y comentar Retablo jovial, Flor de leyendas y La flauta del sapo (poesía), dedicadas a la infancia y la juventud, de las que fue un sabio maestro pedagogo como Director del Teatro del Pueblo, fundado por el Patronato de las Misiones Pedagógicas de la Segunda República, que presidía Bartolomé Cossío.
Casona, con Lorca y Jardiel (y quizás Valle-Inclán) forma el triángulo equilátero de la renovación de la escena española en los años treinta del pasado siglo, cuando brillaban las grandes actrices Margarita Xirgu y Josefina Díaz, que acabarían marchándose al exilio americano, como él y con él, y que le mantuvieron en sus respectivas compañías ambulantes por la América hispana.
Lo primero que hay que afirmar rotundamente es que la lectura y representación de su legado literario sigue atrayendo a las nuevas generaciones como un sello imantador, por más que le haya tomado ojeriza el ala radical de las izquierdas y las editoriales falsamente progres hayan dejado de editarle.
Yo le debía mi particular homenaje en este Congreso, precisamente en su tierra aborigen, que le marcó de manera indeleble, porque él fue el Cronista de Asturias allá por donde le llevó la ajetreada vida: Madrid, Murcia, México, Buenos Aires, Cuba, Puerto Rico, Venezuela, Chile, Colombia, Perú… Antes, y todavía joven, había recibido el Premio Nacional de Literatura (Flor de Leyendas) y el Lope de Vega de teatro (Nuestra Natacha). Rivas Cherif, Manuel Azaña, Rafael Alberti y Gregorio Marañón fueron sus máximos impulsores, y él, como hombre disciplinado que era, y muy cercano al pueblo, se dejó querer. Lo que pagó con el exilio.
Las xanas o divinidades acuáticas de estos montes y valles verdes se hallan esparcidas y sobreentendidas por toda su obra lírica, en la letra y en el espíritu. Hasta los títulos lo pregonan: Siete gritos en el mar, La sirena varada, La dama del alba, La barca sin pescador, La casa de los siete balcones…En todos ellos, con una especial presencia de la mujer cotidiana asturiana, se halla la vaporosa emanación y evocación de esas bellas figuras amorosas que peinan sus cabellos con peines de oro, preferentemente al amanecer de la Noche de San Juan. Las xanas, diosas prodigiosas, son también dueñas de fantásticos rebaños y custodian fabulosos tesoros para aquellos que sean capaces de romper su encantamiento.
Encantamiento. He aquí la palabra justa que define lo que nos produce la obra de Casona, no solo como una leyenda encadenada, sino como una consecuencia mágica pero natural en el lector y en el espectador.
Las xanas son brujas, pero buenas y creadoras. Para él supusieron el clímax de la inspiración, al modo romántico de las Musas del Olimpo o el Helicón.
Casona nos enfrenta siempre entre la realidad y la fantasía, saliéndose y apostando por los fueros de ésta última en búsqueda de la felicidad, no como evasión poética insolidaria, sino como virtud inherente a la condición humana. Viene a pensar que “vivir es elevarse de lo terrenal” y soñar otro mundo más limpio, cadencioso y sensual, en el que brilla como un topacio poliédrico su desbordante imaginación.
Esa manera de ser y recrear suya tan personal la imité yo en mis farsas infantiles, publicadas por la editorial Fundamentos, de Madrid 1981 (Doña Noche y sus amigos, El País de la Luna Grande, Una casita roja, Cuento de Brujas o algo así…), como detectó Buero Vallejo en el prólogo que tuvo la gentileza de regalarme: “Lo que escribiera Casona para las Misiones Pedagógicas podría invocarse como un relativo antecedente de la inclinación de Apuleyo, pero aún está más cerca Soto de aquellas farsas que escribió nuestro admirable Valle-Inclán, pues muestra innegables dotes de constructor de teatro midiendo con cuidado efectos y ritmos en sus desarrollos argumentales, como duende, niño, poeta y maestro que es”. (Buero, gracias)
Ahora seguimos hablando del teatro casoniano.
Desde que sale de su Asturias querida y nunca olvidada -porque la llevaba en la sangre, en sus mitos y costumbres-, y baja a Madrid a estudiar Magisterio, ya está pensando en los niños, en su enseñanza y educación.
Destinado a Lérida al término de la carrera, funda “El pájaro pinto”, una especie de teatrillo escolar, con el que entretiene y adocenta a padres y alumnos. Esa unión familiar de adulto-alumno constituye el nervio óptico y práctico eficaz de todo su trabajo magisterial y artístico, más aún cuando le nombran Inspector de Enseñanza, siendo muy joven, tras un título ganado por oposiciones.
Se palpaba en el ambiente de aquellas décadas de la Belle Epoque la necesidad de encauzar y educar a las nuevas generaciones por medio del juego teatral, o sea, enseñar deleitando y mostrando ejemplos de conducta social. No como una moraleja ñoña, sino como una actitud positiva ante el reto discontinuo de la vida. Y eso es lo que hizo, como nadie, Casona. (Ya sabéis que el apellido no responde a su fe de bautismo, sino a la casa grande de su nacimiento en Besullo, pedanía de Cangas de Narcea, que a tanto orgullo tuvo).
Títulos ejemplares de su iniciación dramática y cómica para niños son El lindo don Gato, ¡A Belén, pastores!, Pinocho y Blanca Flor y El hijo de Pinocho, en la línea de un primitivismo ingenuo evocador, rico en motivos y matices pintorescos, para dejar al pequeño espectador con los ojos abiertos y la mente en colores. Hoy deberían volver a representarse, por sus valores permanentes: poéticos, éticos, sensibles, educativos, gráciles, morales, voluntariosos e imaginativos.
Ya Benavente había escrito y representado El niño que todo lo aprendió en los libros, Valle se había inventado Cuento de abril, La marquesa Rosalinda y La cabeza del dragón,  Galdós había publicado Miau y Rafael Alberti La pájara pinta, mientras García Lorca soñaba con Los títeres de cachiporra, La niña que riega la albahaca (adaptación) El retablillo de don Cristóbal y otros guiñoles y marionetas, con música de Falla al piano sobre canciones populares de la Baja Andalucía.
Casona, inagotable en su altruismo y dedicación pedagógica, puso en escena su Retablo jovial pueblo a pueblo, inspirado  en textos clásicos mundiales antiguos (Sancho Panza en la ínsula, Entremés del mancebo que casó con mujer brava o Farsa y justicia del Corregidor), entre otros, a los que les era impresa una rebosante ironía y comicidad que el auditorio aplaudía en montajes al aire libre, construidos con maderas planas en las plazas sobre la marcha de la compañía universitaria de los cómicos de siete leguas, gratis et amore.
Se trataba de comedietas del arte al estilo nuovo de la juglaría perduradera renaciente, tan asentada en las aldeas en las que había nacido boca a boca: Lenguaje popular para un público popular de fablas o fablillas contadas al fuego del hogar o al fresco de la noche y en la calle, y resueltas muchas veces en tablados de títeres y marionetas ante gentes rústicas que no sabían ni leer ni escribir ni apenas entender. A través de la risa se exponía una enseñanza.
Esas farsas, exemplos, patrañas, guirigays, “pasos”, entremeses, coloquios, diálogos, fantasías, fantasmagorías o fantocherías, inevitablemente breves en burlas y chanzas, que se cultivaron desde el origen del español vulgar en el siglo XIII y que traspasaron los dos siglos de oro hasta el XVIII neoclasicista, el XIX realista y romántico y el XX modernista, fueron las que recogió, superó, decoró, abrillantó y dilató Alejandro Casona, siguiendo el flujo creador de Juan del Encina, Lope de Rueda, Lope de Vega, Ramón de la Cruz, Arniches, los hermanos Álvarez Quintero y tantísimos otros. El teatro siempre fue popular decisivo y corrosivo o no fue nada más que entretenimiento de salón  de Príncipes y Reyes ociosos con sus bellas queridas intrigantes a las que les bailaban el agua o la enagua.

Bajemos ya al análisis de la poesía infantil de Casona, agrupada en La flauta del sapo, libro que compuso en sus primeros años de maestro en el Valle de Arán (1928-1930). Ello no obsta  para que consideremos toda su producción como una montaña intensamente lírica y mítica, aunque sin sujetarse a la métrica clásica del ritmo y la rima, como sí  hace en La flauta...
Sus críticos la han minusvalorado por eso, por ser radicalmente poética, pues parece que en la postmodernidad no se puede ser dos o tres cosas a la vez, como en el Renacimiento y en el Romanticismo, poeta y novelista, poeta y dramaturgo, poeta y cuentista o ensayista y pintor y músico.
Sus versos darinianos y neopopularistas entroncan también con la Generación del 27, de la que fue un miembro relevante, aunque, como digo, poco tenido en cuenta.
Lean no más que un par de ejemplos y convénzanse de mi aserto:
I
La luna pesca en el charco
con sus anzuelos de plata;
el sapo canta en la yerba,
la rana sueña en el agua,
y el cuco afila la voz
y el pico contra las ramas…
Estaba la rana
con la boca abierta;
le cayó la luna
como una moneda.
II
¡Aquella pobre niña
que aún no tenía senos!
Y la niña lloraba:
-Yo quiero tener senos;
Señor, haz un milagro,
un milagro pequeño.
Pero Dios no la oía
allá arriba, tan lejos…
Y cogió dos palomas,
se las puso en el pecho…
Pero las dos palomas
levantaron el vuelo.
Y cogió dos estrellas,
se las puso en el pecho…
Las estrellas temblaron
y se apagaron luego.
Y cogió dos magnolias,
se las puso en el pecho…
Las dos magnolias blancas
deshojaron sus pétalos.
Y cogió dos panales,
se los puso en el pecho…
Y la miel y la cera
se helaron en el viento.
-¡Un milagro, Señor,
un milagro pequeño!..
Pero Dios no la oía
allá arriba, tan lejos.
……………………………….
Y un día fue el amor;
se le entró pecho adentro
¡y se sintió florida!
Le nacieron dos senos
con pico de paloma
con temblor de luceros,
como magnolias, blancos;
como panales, llenos.
¡Igual que dos milagros
pequeños!

BIBLIOGRAFÍA:
j. Rodríguez Richart, Vida y teatro de Alejandro Casona, Oviedo, 1963.
Esperanza Gurza, La realidad caleidoscópica de Alejandro Casona, Oviedo, 1968.
Federico Carlos Sáinz de Robles, Prólogo a Obras completas, de Alejandro Casona, Madrid, 1954.
Mauro Armiño, Flor de leyendas y La flauta del sapo, Biblioteca EDAF, Madrid, 1989.
Google, en todas sus entradas sobre Alejandro Casona.

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miércoles, 1 de octubre de 2014

Romance-Crónica del XL Congreso de la RAECO


Celebrado en Oviedo del 26 al 28 de septiembre 2014
Fue declamado por su autor juglar a los postres de la cena en el hotel NH Principado


Señor Presidente Antonio,
de oriolana prosapia,
gracias por darme, señor,
la penúltima palabra
en esta cena fraterna
de la grey desparramada
en el Hotel Principado
de la región asturiana.
Seré estricto y riguroso
en contar estas Jornadas
con las sílabas precisas
que los cánones demandan
y con la oreja dispuesta
a oir sus bravos y palmas.
Espero que, con su venia,
el romance conste en Actas.

En Oviedo, capital
de Asturias, alta y pelaya,
en que los osos conviven
con castañas y manzanas,
metiendo desde hace tiempo
sus cuatro ungulares patas
donde no les llama nadie
que tenga la mente clara,
salvo el infausto Favila
que les presentó batalla
y salió descoronado
en la ocasión maladada…,
a veintisiete del mes
de septiembre, verde en ramas,
quiero recitar los versos
que me salieron del alma
durante el Congreso unánime
de los Cronistas de España.
Empiezo por viernes tarde,
sigo por su noche franca
y finalizo avanzando
el programa de mañana.
ecos de la libertad,
pluses de la democracia)
Este Principado es
mi querencia más preciada,
no sólo por su Letizia,
que es periodista galana,
si no por su rey Felipe
al que el pueblo ama y ensalza
y cual testimonio queda
la auditorial real fábrica.
Á las seis y media en punto
del día y hora de gracia,
recibimos todos juntos
la enseña que nos delata
como informadores fieles
de la geo-historia hispana,
y en el acto inaugural,
con su pareja de gala
se sienta el señor Alcalde
con Carmen Ruiz Tilve-Arias,
representante dignísima
de la tropa cronicana.
Usted dispone el contraste
con labia Galiana y sabia
y se suceden entonces
discursos a punta pala.
Inicia los parlamentos
la “prima dona” citada,
Cronista de la Ciudad
“Vetusta”, que así se llama
por mor de “Clarín”, ejemplo
de escritura literaria,
entre novelas y cuentos,
“paliques” y citas varias,
que responden al buen nombre
de don Leopoldo Alas,
excelso progenitor
de la cultura asturiana.
(Alas quisiera tener
para resaltar su “alias”)
A continuación y en rima
con la costumbre acordada,
se entregan los galardones
a la senectud ya cana
con más de 25 años
de servicios a la causa,
y como miembro de honor
a don Enrique Aguinaga.
A todos ellos, la gloria,
a  todos ellos, mil gracias,
y a los nuevos de RAECO
bienvenida con Medallas.
Citaré solo a Josefa
de Avilés, hembra gris-plata,
con arrestos suficientes
para invocar a las xanas.
Luego obsequios, libro a libro,
como joyas por sus páginas,
y saquitos de garbanzos
de la tierra zamorana
y barcas torrevejeras
de sal a punto de playa
y aceite de Talarrubias
para una buena pitanza…
Clausurada la sesión,
la comitiva se alarga
hasta Trascorrales, bella,
cristalina y vieja plaza,
en la que la acoge alegre
una riada de gaitas.
¡Qué hermosura ser Cronista
de toda la gente llana!
Ya dentro del palacete,
un cátering, tapa a tapa
de quesos, chorizos, panes,
tortilla y huevos en salsa
regados por la sidrina
de las más frescas manzanas.
En éstas llega la noche,
se pone azul y lunada
y bebidos y contentos
nos marchamos a la cama.
En el hotel NH
se extienden suaves las sábanas.
¡A dormir, que queda mucho
que reposar en el alma!
Veintisiete de septiembre
dulce y doncel se levanta
como un sábado de gloria
con un canto en la garganta.
“Podría ser un gran día”…,
y lo fue, y ahora se explaya:
Asamblea general
a las nueve horas pasadas
y ponencias y ponencias
desde la cruz a la raya.
Al prerrománico astur
las damisolas se enraman
como flores escogidas:
cháchara, cháchara, cháchara....
Allá van Pepa, Dolores,
Amparo, Adela, Esperanza,
Marina y dos Lolas más,
Eva, Guadalupe, mi Ana,
Maribel, Lidia y Eugenia
y Rosa, la peruana,
y Carmen, Paca, Placidia,
Rosalinda…¡cuántas, cuántas,
hasta cincuenta o sesenta
de casta y hechura brava.
No logro nombrar a todas,
pero tampoco hace falta,
porque ya están recogidas
en los pliegues de mi páncreas.
Miradlas cómo discurren,
cómo cascan, cuánto indagan,
cuánto discuten y evocan,
cuánto estresismo descargan
luciendo los pantalones,
las camisillas y faldas,
marylines desasidas
del marital brazo en guardia…
En la catedral se juntan,
y por la Cámara Santa
y por el claustro piadoso
y la cruz trilobulada
y el retablo redorado
bajo las bóvedas altas…
hombres y mujeres oyen
a un guía que les encanta,
lleno de sabiduría
entre el mentón y la barba.
A la salida del templo,
con reverencial distancia,
fotografías del grupo
en la solemne explanada,
y corriendito a almorzar,
¡hala, hala, hala, hala!,
apremia el beato Antonio,
sonrisa en su boca clara.
Por la tarde, más ponencias
nobles y documentadas
de Gabriel Pieras, Linaje,
y Melgares y Quijada,
y Luis Tomás, manisero,
y Tarifa, bien plantada,
y Soledad y Marina
y Joaquín Criado en andas,
y el que da Guerra en Arévalo,
y Ángel Esteban de Casla,
y Juan Jesús y Santiago,
Luis Lisón de Ojós y Alguazas,
con Esperanza Morón
y el Carretero de Parla,
Paco Rivero de Brozas,
Luis Romero “Benalcázar”,
Gonzalo Martínez, de Aspe,
Lendoiro con sus queimadas…
Se acabó la presidencia
del Resalt que las marcaba
con un reloj complaciente
para la entera mesnada.
Os dejo aquí un adelanto
del programa de mañana:
Como Domingo de Dios,
ir a la misa pascuala
y pasear presurosos
por la ruta clariniana,
recibiendo su hidalguía,
sus razones y enseñanzas.
Después clausura con cóctel
y décimas bien rimadas
del Alberto extremoduro
pleno de ingenio y de guasa.
Se acabó lo que empezó
porque Jaén nos aguarda.
Vicente Oya anda a la espera,
acudid a su llamada.
Antes de finalizar
esta endiablada romanza,
permitidme que enaltezca
la labor condimentada
de los colegas del bable
con la lengua castellana,
ilustrísimos señores
que han sido punta de lanza:
don Ángel Fuente Calleja
de la Noreña añorada,
don Luis Álvarez del Busto
que en el Cudillero acampa,
el señor Fidalgo Sánchez,
de Colunga, la de nácar,
José Domínguez Carazo,
de Siero pluma preciada,
y tantos y tantos otros
cuya figura destaca
y ocuparía el romance
por encima de la exacta
medida que habrá que darle 
sin pasarse de asonancias.
La Virgen de Covadonga
con sus mercedes se vaya.
Asturias, patria querida,
gracias, gracias, gracias, gracias.









Y otras cuantas
Miradlas cómo discurren,
cuánto cascan, cuánto indagan,
cuánto discuten y sueñan
cuánto estresismo descargan
luciendo los pantalones,
las camisillas y faldas…,
marylines desasidas
del marital brazo en guardia.
Almuerzo a las catorce horas
en la principesca estancia
Y a la noche, y por descanso,
con cena bien concertada,
el Cuarteto appasionatto
rasga que rasga que rasga.
Llega el domingo de Dios
y todos aprisa encauzan 
sus pasos atolondrados
por la ruta clariniana.
Clausura del gran Congreso.
Cada cual se va a su casa,
no sin antes compartir
Un cóctel final con salsa.
En él estamos ahora.
Ya os he dado la tabarra.
Id y volved otro año
adonde ha dispuesto el Papa
de estos cónclaves fraternos,
el galiano de oriolana
prosapia con potestad 
de dictaminar la plaza.
Será…



Antes de finalizar
esta enlazada romanza,
permitidme que enaltezca
la labor condimentada
de los colegas del bable
con la lengua castellana,
ilustrísimos señores
de nombre en punta de lanza:
don Ángel Fuente Calleja
de su Noreña añorada,
don Luis Álvarez del Busto
que en el Cudillero campa,
Modesto González Cobas
José Domínguez Carazo,
De Siero
Cecilio Fernán Testón,
de Peñamellera Alta,
el señor Fidalgo Sánchez,
de Colunga, la de Nácar;
el señor García Linares
de Allande, allá en la montaña;
el señor Martínez Vega,
de Piloña
Don Leocadio Redonda,
de la portentosa Nava
y tantos y tantos otros
cuya figura se alarga 
y ocuparía el romance 
por encima de la exacta
medida que aquí hay que darle
sin pasarse de asonancias. 
La Virgen de Covadonga
con sus mercedes se vaya.
Asturias, patria querida,
gracias, gracias, gracias, gracias.

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