miércoles, 28 de febrero de 2018

Ah de la vida

No sé lo que es la vida
tras haberla vivido
apasionadamente.

Ni sé a qué me convida
cuando me ha sustraído
el poder de la mente,

y, de capa caída,
funciona distraído
mi corazón latiente.

La juventud huída
¿do está si estoy perdido
y, lamentablemente,

no encuentro la salida
por donde se me han ido
los que eran mi simiente?

¡Ah de la vida! Vida:
contesta al dolorido
fluir de la corriente

que recorre la herida
del cuerpo envejecido
de este hombre aún presente.

Este hombre que, suicida,
quiso buscar sentido
a su vida impaciente…

Y no lo halló. Querida,
no más que amor te pido,
amor, esa otra fuente

que suplante a la ida
de todo lo vivido
vertiginosamente.

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jueves, 22 de febrero de 2018

La Cifuentes aprieta los dientes

¡Qué gallarda que se muestra la Cifuentes
cuando el pícaro Granados la incrimina
en las mil variadas fuentes
de la corrupción pepina!

Se va a querellar contra él,
le va a asentar en prisiones
y es que no ha dado razones
que impliquen a esta mujer

ni en las tramas aviejadas
de la Gürtell o la Púnica
ni en esa aversión impúdica
por su boquilla lanzada.

El honor no se mancilla,
el honor  no se especula
mal que una china amarilla
la sobreculpe por chula.

Pura la Cifuentes es
en Madrid y alrededores
por más que sus ofensores
tengan que salir por pies.

Pies puestos en Polvorosa,
quedará como una rosa.
Eso espero, pues la cosa
es no más que del que acosa.

Pero Cifuentes, cuidado,
que esto de la corrupción
no parece bien saldado
y te amaga un revolcón.

No digo ni sí ni no
de lo que pueda pasar
porque ese juez no soy yo,
yo sólo intento contar.


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Leyendo a Bukowski

¡Qué demonio de hombre,
si será marrano…!
Dale y dale,
siempre con la obsesión del hipódromo
y las apuestas de caballos
y las botellas de whisky
y las excitantes tetas de las mozas.
Quiere ser escritor,
y escribe y escribe
como si vomitase
y sus vómitos
te caen en la cara
sin que te des cuenta.
Se cree un macho Sansón
y, sin embargo,
le vencen y le atan
cabellos de Dalilas
no nada enamoradas.
“Cuerpo viejo”, le dicen,
y se ausentan para no verle más,
aunque detrás de una llega otra
con la misma canción.
Vedle ante un niño,
tiembla también
y apenas si recuerda
que alguna vez fue inocente
pero muy remotamente.
Llevadle un biberón,
se sentirá contento
dándole vueltas y chupándolo.
Al fin y a la postre
no es más que un desvalido
que solicita amor
de mala manera.
Y lo triste del caso
es que todos los hombres
somos así, sucios como él,
y no acabamos de acertar
al acercarnos a una mujer.


a.sotopa@hotmail.com
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miércoles, 21 de febrero de 2018

A Micaela la cantimpalesa

En el día felicísimo
de tu blanca Comunión,
me place hacerte un poema.
Micaela, léelo.

Cose, escribe, canta, juega,
ponle amor al corazón
y haz recetas de cocina
con olor, color, sabor.

De los SOTOS eres rama,
savia, sangre, fruto y flor.
No lo olvides, Micaela.
Tú eres su herencia mejor.

Ácidas, dulces o amargas
las horas del tiempo son.
Pues que en ellas te acompañe
siempre la Gracia de Dios.


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martes, 20 de febrero de 2018

Batiburrillo de urgencias

Urge defender
la razón kantiana
justa, noble, útil,
difícil y práctica.
Urge poner manos
alzadas y blancas
ante la fiereza
de la especie humana.
Urge proponer
leyes adecuadas
a la realidad
de hoy y de mañana.
Urge poner coto
a tanta mandanga
como se nos cuenta,
como se nos manda.
Urge machihembrar
sueños y esperanzas
con hechos y dichos
de trigo, no paja.
Urge erradicar
la insolencia urbana
ante el ruralismo
de la vida agraria
sencilla, corriente,
triste y acallada.
Urge abolir guerras,
hambres y matanzas.
Urge que los viejos
que su vida alargan
gocen de pensiones
dignas de alabanza.
Urge que la Lengua
del bebé mamada
no se use a la contra
de las más usadas
—la inglesa, la china,
la árabe, la franca…—
sean la gallega
o la catalana,
sean la de Asturias
o la vizcaitarra.
Urge que las féminas
sean reparadas:
igualdad de sueldo,
trato y confianza.
Urgencias urgentes,
urgencias baratas
si es que los políticos
las ponen en marcha.
Que sí, que ellos pueden
lavar esas manchas
con el cristasol
de la democracia.

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lunes, 19 de febrero de 2018

A Leo de Aurora, gitano musical

Se me ha muerto un Artista
en la flor de la edad:
Leo de Aurora,
compositor genial.

Nieto de Amayas y Montoyas,
permanece, ¡ay!,
en aquellos que oímos
su guitarra templar y acordar.

En sus ojos brillaba
una inmensa bondad;
en sus manos tensadas,
un corazón de par en par.

¿Por qué se ha ido
con los ángeles a cantar?
¿Qué es lo que le llamaba
a la insondable eternidad?

Nieve y ternura,
cuerda y cristal
eran su compostura
laboriosa y germinal.

Ya no habita entre nosotros,
ya no habita en su guitarra sanguinal,
ya ha callado para siempre.
Callar, callar.

Allá donde se impriman
los pentagramas del soñar,
con don Antonio el machadiano
nos lo iremos a encontrar.

Duerme, Leo de Aurora,
y déjanos llorar, llorar, llorar.
Descansa, amigo mío.
Descansa en paz.

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viernes, 16 de febrero de 2018

Andrés Berlanga subió a los cielos

Me lo he perdido.
¡Qué bueno que era
y qué sabio de cosas
de su pequeña aldea!
Me lo he perdido
y aquí noto su ausencia.
Andrés Berlanga,
mi icono, ea,
duerme tranquilo
la paz eterna.
Trasmitías afecto,
honradez y simpleza
con impar compostura
suave como la yerba.
Ya nada será igual
que tu manera
de escribir “La Gaznápira”
con Kety alerta.
Allá en la colina
de una Ciudad muy nueva
fuimos vecinos
puerta con puerta.
Los Periodistas
no siempre aciertan
a estar al cabo
de lo que cuentan
pero tú estabas
con la pluma enhiesta
dando lecciones
de amor a la tarea.
Recuerdos bondadosos.
Recuerdos. Ay, recuerda
que nos quisimos tanto
que aún no me hago a la idea
de haberte ido
sin obtener respuesta.
Y te has ido tan lejos…
Pero espera, espera.


a.sotopa@hotmail.com
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jueves, 15 de febrero de 2018

Elvira Sastre, la poeta segoviana de moda

Es joven Elvira,
la poeta nueva
de las redes vivas.
Es joven y bella
pero ya curtida
en los avatares
de la poesía
que solo se entrega
a niños y ninfas.
Viajera incansable,
culta e intempestiva,
pasea palmito
ajena a las críticas,
sean bondadosas,
sean vengativas,
y yo me la encuentro
en pots y revistas
y la aúpo mucho
y espero que un día
del Monte Parnaso
alcance la cima.
Muestra la muchacha
cierto aire de esquiva,
pero es una pose
de las señoritas
que se hacen la ronda
en torno a sí mismas.
Y a ella no le faltan
dotes sorpresivas
para estar al tanto
de sus propias rimas
bien alimentadas
por mil voces íntimas
y por las lecturas
en constante esgrima
de Lope, Quevedo,
Góngora, Salinas
y las Soledades
de Campos Castilla.
Sea bien amada,
sea bienvenida
esta mujer fuerte,
esta poetisa
que versa sus pasos
y los nuestros rima
con una insolencia
joven y precisa
a los nuevos tiempos
de la poesía.
¡Cuánto me conmueves
ay, Elvira, Elvira!
Sigue deleitándonos,
no te entre fatiga.
A tus pies quebrados
quedamos, amiga.

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miércoles, 14 de febrero de 2018

Lágrimas de oro

Mis lágrimas lavan humos
grisáceos, leves, autónomos
de la pipa que me fumo
y así me intoxico solo.
Mis lágrimas caen lánguidas,
mis lágrimas son perlas de oro.
Tanto fumar y llorar
se me funden en un todo
con la pluma en el papel
y los dedos en las letras del ordenador sonoro.
¿Para qué llorar, llorar,
sin encontrar acomodo
en las lágrimas saladas
de un mar de pena de fondo?
Que se contengan les pido,
pero bajan, lloran, lloro
y no logro sujetarlas
en el cielo de los ojos.
Virgencita, déjame
como estoy con puño en rostro
limpiándome el lacrimal
horroroso.
Te juro que así veré
lo que no ven otros, otros
a los que una viga enorme
les tapa chorros y chorros.
Lágrimas, Dios mío, lágrimas
de plata, que no de oro,
corriéndose por mis venas,
corriéndose por mis pómulos
y yo esperando que un día
acudan en mi socorro.
Si es que la vida es así,
dejadme llorar imploro.
Y aquí paz y santas pascuas
o carnavales y toros.
Todo sea porque el mundo
ruede en su rueda, qué coño,
qué río de aguas caudales,
qué pozo, Señor, qué pozo.


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viernes, 9 de febrero de 2018

Homenaje al cerdo


Al cerdo se le rinde homenaje en casi todo el mundo. Y no es para menos, por los muchos gustos que les da a la vida.
 
Come salvados, come patatas, como las sobras, y no se cansa de comer y engordar para alimentar a la especie humana, de manera que no hay bicho más generoso que él, pues todo lo entrega luego.

Es verdad que se le sacrifica, pero para eso patea a sus anchas en las zahúrdas o en el campo bellotero. Unos valen más y otros menos, pero todos se venden al peso, certificado en arrobas.

Yo he sido muchos años su pregonero festivo, y lo sigo siendo con auténtica unción, extrema unción.

En el Burgo de Osma se celebra su matanza real y verdadera a cuchillo jamonero bien trincado, pero sin que lo sienta el animal, ya que antes le dan un tiro calmador. El virrey don Gil Martínez Soto es experto en ello ante las autoridades castellanas, y no pasa nada, nadie se irrita, sino que lo celebra con vino y pastas al gañote.

En Segovia, mi tierra, también se celebran las matanzas Y en Zamora y en Asturias y en León y en donde sea menester.

Mis amigos Juan Infante y Alicia Ríos cuentan en Valdepeñas de Jaén con el concurso del vecindario para llevar a cabo el festejo de la matanza, que en este caso es andante, musical y teatrero, vestidos todos —niños ñoños y grandes— a la antigua usanza andaluza. Se pasea por las calles y plazas del pueblo un cerdo de trapo y se le homenajea como a un dios casero o un tótem salvífico del hambre del hombre, entre cánticos carnavalescos. Y es un gozo, no una tortura. Pues qué bien.

Pobre cerdo, sí, pero qué rico en los cielos del paladar, tras una muerte sacrificial y bullanguera, bien cocinado en los fogones de España, madre fecunda de master chefs internacionales.

¡Salve, oh cerdo guarrísimo, yo te saludo!

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jueves, 8 de febrero de 2018

Preguntas

¿Por qué no se muere de frío el frío?
-Menudo lío. Ay que me río.
¿Por qué no se quema de sol el sol?
Y qué sé yo.
¿Por qué la luna les distrae a las mareas?
Allá ella, ea que ea.
¿Por qué a la mar verdosazul se le adjetiva de morena?
Quizá porque las playas enarena.
¿Por qué las piedras no responden al tocarlas?
A lo mejor es que es mejor no hollarlas.
¿Por qué es que siempre hay que hacer y deshacer?
Vete a ver.
¿Por qué yo pregunto tanto?
Porque no sé y no me aguanto.
Saca tú, si te parece y eres listo, cualesquiera conclusión.
Las preguntas para eso están y son.


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miércoles, 7 de febrero de 2018

El solitario

Andando bajo la nieve
va un pasajero tapado.
La nieve le cubre el rostro.
El hombre de blanco en blanco.
Grandes pensamientos lleva
en la mente concentrados.
¿Qué me pasa? ¿Adónde voy?,
se pregunta el solitario.
Pero no encuentra respuestas
y camina con desánimo.
Ese pasajero es
en el invierno nevado
cada uno de nosotros
a cuestas con ese fardo
de preguntas que no tienen
solución a corto plazo.
Sigue persiguiendo el hombre
un final imaginario
en el que resultan juntos
vida y muerte coordinados.
¿Qué hacemos aquí los tristes,
los pusilánimes natos
y los decentes sin mancha?
¿Qué hacemos aquí de paso?
Y la pregunta se pierde
como el hombre solitario
en la inmensidad del tiempo
que le fuera regalado.
Bajo la nieve se quiebra,
bajo la nieve soñando
se va sin que le acompañen
más que los copitos blandos.
¿Eres tú ese caminante?
¿Eres tú ese solitario?
Yo sí lo soy, a Dios gracias,
sollozando, sollozando.

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martes, 6 de febrero de 2018

Mi hermosa librería

Ay cómo la quise yo
y cuánto que la atendí
a mi hermosa librería
que era todo para mí.

En la Alcobendas naciente
la planté con entusiasmo
y año a año fue creciendo
y año a año fue menguando

hasta que llegó a morir.
Disculpad que así lo cuente.
La vida es un embolado,
la vida es un trueque siempre.

Ahora que miro hacia atrás
más que adelante… preveo
que mi librería fue
más que un negocio un recreo.

Pero me arruinó con creces
de débitos incumplidos
y volví a la maestría
tras treinta cursos perdidos.

Adiós, librería, adiós.
Decir adiós es dejar
lo que uno quiso querer
y ella no pudo entregar.

De la cultura me guardo
aquello que me impulsó
a ser guardián de mí mismo
en cualesquiera ocasión.

Aprended, niños, de mí,
que sufrí ese revolcón:
tanto arriba como abajo,
en mí solo mando yo.


a.sotopa@hotmail.com
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lunes, 5 de febrero de 2018

Recordatorio

Ayer, ayer, ayer…
No guardo más que ayeres,
flores mustias marchitas,
recuerdos enredados,
mariposas claveteadas,
conversaciones abolidas.
Ayer, ayer, ayeres.
Aquel tímido beso,
aquel sensual abrazo,
aquel amigo de la infancia,
aquella hoja de fresno entre las hojas del misal,
aquella fina espina del zarzal emboscado,
aquella higuera madre del portal de la abuela,
aquel lagarto inmóvil en la tapia,
aquella sanguijuela.
Ayer, ayer, ayeres.
El dedo machacado en la campana —el dedo corazón—,
el ojo de don Flores,
el ojo de María,
el ojo del Hermano Superior…
Ayer, ayeres.
El amarillo manuscrito
del primer poema niño,
el armonio de padre sonándome en el alma,
las manos de Alejandra repartiendo el fijador sobre mi pelo,
la cesta de cangrejos de Juanito,
el Duratón corriendo,
el Cega entre arenales y espadañas,
el Cerquilla con ranas y culebras,
el ramo de retamas en la misa del Domingo de Ramos.
Ayer, ayer, ayeres.
El currusco de pan que el cura daba al sacristán,
los calcetines rotos,
la roña de las piernas en invierno
con madre al estropajo dándole, dándole,
el aro, la peonza…
y un montón de alfileres escondidos en la tierra redonda,
las chapas y las tangas del chito coronado
con grises perras gordas.
Ayer, ayeres.
El “prao” Ancho en abril,
las campanillas,
la parada del Bizco
con Lurdes de la mano,
el autobús de línea sofocado a la entrada del pueblo
sobre el puente Chiquito
junto al transformador,
las bombillas cansadas de dar lumbre,
el farol, los candiles,
el camión de castañas,
las naranjas de Wasington,
la bodiguera…
Ayer, ayeres.
El Parque de San Pedro, de Griñón,
la luna de Granada en Sierra Elvira,
Veleta amaneciendo,
Mirador de Rolando, agua a caudales,
laguna verde de las Siete Yeguas…
y Sevilla lloviendo.
Ayer, ayeres.
De redacción en redacción
por un Madrid tostado
en el 68, siglo XX,
tranvías en la noche,
top-les en las cafeterías,
Rosi Bule bailando,
Santa Cristina en el alero de la enseñanza de los ricos
y una santanderina madrileña púber-preu
buscándome y buscándome
para después dejarme.
Ayer, ayeres.
Mi enramada librería,
mi casita en Somosierra,
mi escuelita de Braojos,
el perrito Calcetines,
el perrucho Blum, Blum, Blum,
el perrazo Poldak fiel.
Ayer, ayer, ayeres.
Fez, Tetuán, Marraqués,
París, Florencia, Roma,
Ámsterdan, Brujas, Berlín,
Ródano, Elba, Danubio,
Volga, Tíber, Sena y Rin.
Y los Alpes y Apeninos
y los Andes y los Cárpatos,
los Urales y los Atlas
y otros montes recorridos a pie enjuto.
Recuerdos del ayer, ayer, ayeres.
Méjico lindo y querido,
Bolivia, Uruguay, Brasil,
Paraguay, Ceilán Hawai,
Java, Bali, Singapur…
Nunca los logré olvidar.
Tras el trago de la vida
conmigo a bordo se irán
sin retorno a lo pasado nunca más.
No me poseo,
estoy sin nada ya,
ya no hago pie.
La muerte va a ganarme la partida prontamente.
¿Quién fui? ¿Quién soy? ¿Y quién seré?
El cuerpo deposito,
el alma vuela y va
a regiones etéreas
que nadie sabe ni sabrá.
(Todo lo dicho es
un somero inventario
del ayer transeúnte
y el amor obstinado.
Caja de resonancia son los versos —caja de plata—.
Aquí los dejo para ti).

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viernes, 2 de febrero de 2018

Requiem anticipado

¿Qué quedará de mí cuando me vaya
adonde me requieren las Moiras insistentes,
Átropos, Cloto y Láquesis?
Nada.
Miento.
No seré exagerado:
un polvo de papeles,
una pipa humeante,
algún poema cojo.
He amado el olvido, los niños y la lluvia.
Siempre con clase ¿Y qué?
Nunca me paré a ver qué me pasaba por delante.
Nunca me quise despedir como lo hago ahora mismo.
A nadie le importé
ni falta que me hacía.
Aunque muy conocido por mis trabajos públicos,
pasé desasistido en el despacho
la mayor parte de los días y las noches.
Mi presencia secreta
jamás dio pábulo a los chismes ni a las fabulaciones.
Ya me acerco a las sombras
y ando con tiento para no caer.
Y si caigo, me levanto.
Duermo tranquilo
ese tiempo anticipado de la muerte que es el sueño.
Temer no temo nada.
¿Es la vida o la muerte la hilandera?
¿Penélope le estuvo bordando el traje a Ulises camino de la mar?
¿Ulises existió?
¿Y existió Homero?
Literatura es todo.
Y yo también.
A dormir. A dormir eternamente.

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jueves, 1 de febrero de 2018

Quo Vadis Puigdemont


Puigdemont está huido ¿qué tendrá Puigdemont?
Que ya pocos le aplauden, que es un cuco cabrón,
Que el flequillo colgante… aún no se cortó.
Que sus fieles de otrora le dan por retambufa
Aunque él sigue que sigue y bufa que te bufa
por encontrar el puesto del que antes se ausentó.

Puigdemont es de plasma o acaso de holograma
Pero no se presenta con carne de programa
Que muchos aún esperan desde su rebelión.
Puigdemont es un loco, un fantasma, una sombra,
Un Fantomas, un áspid, una triste cohombra…
Y hay ya que desplazarlo y meterlo en prisión.

Puigdemont, Hombre Araña por su rapto de Europa,
váyase a tomar viento con su pequeña tropa
de consellers incursos en su torpe ambición.
No merece consuelo, no merece indulgencia,
Ha dejado a su pueblo pobreza como herencia,
De su boca no sale la palabra perdón.

Puigdemont ha jugado con las cartas marcadas
Que le fueron a ciegas y a torrentes  mal dadas
Porque se suponía que iba a ser campeón.
Puigdemont está triste, rabioso y atrapado,
Se ha hundido por pedante, pendón y descarado,
No tiene otra salida sino la rendición.

Aprendan los incautos y los defraudadores,
Los acomodaticios y los malversadores…
Que hay que seguir los cauces de la Constitución.
Andaba tuiteando como un loco furioso
Y en la red le han cazado de modo clamoroso.
Ya es un pato patoso. Alirón, alirón.

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