jueves, 22 de febrero de 2018

Leyendo a Bukowski

¡Qué demonio de hombre,
si será marrano…!
Dale y dale,
siempre con la obsesión del hipódromo
y las apuestas de caballos
y las botellas de whisky
y las excitantes tetas de las mozas.
Quiere ser escritor,
y escribe y escribe
como si vomitase
y sus vómitos
te caen en la cara
sin que te des cuenta.
Se cree un macho Sansón
y, sin embargo,
le vencen y le atan
cabellos de Dalilas
no nada enamoradas.
“Cuerpo viejo”, le dicen,
y se ausentan para no verle más,
aunque detrás de una llega otra
con la misma canción.
Vedle ante un niño,
tiembla también
y apenas si recuerda
que alguna vez fue inocente
pero muy remotamente.
Llevadle un biberón,
se sentirá contento
dándole vueltas y chupándolo.
Al fin y a la postre
no es más que un desvalido
que solicita amor
de mala manera.
Y lo triste del caso
es que todos los hombres
somos así, sucios como él,
y no acabamos de acertar
al acercarnos a una mujer.


a.sotopa@hotmail.com
91 8470225

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