martes, 24 de septiembre de 2019

Versillos pícaros para reírse un rato



Ni Mariano Povedano
ni Manolito el Pollero
logró ser.
¡Pues qué lo vamos a hacer!
Le llamaban Apuleyo
pero nunca llegó a “se llo”,
y es que aquel que nace enano,
le retoquen o no a mano,
enano viviente es
de la cabeza a los pies,
tanto si muere temprano
como de viejo, al revés.
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Negra, dolida y gimiente
era su pena
y se la quiso quitar
por peteneras y carceleras,
otra manera
de pena penita pena.
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El amaño, el apaño y el engaño
no son solo de hogaño,
vienen de antaño
y son de grande tamaño.
Vienen de Egipto y Sumeria,
de Etruria, de Roma y Grecia,
de España y su decadencia.
Judíos, moros, cristianos…
tienen muy largas las manos
para birlar las monedas.
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Si votas a los pelotas,
te quitarán hasta las botas,
verbigracia: Pedro Falcon
y Pablo Iglesias el “laicon”.
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Como aves precursoras
de malandanzas,
me llegan las tristuras
y las nostalgias.
¿Qué hacer con ellas?
Dejar que vuelen, caramba.
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¿Qué hacer, señores,
ante nuevas elecciones,
no votar o bajarse
los pantalones?
En cualquiera de los casos,
los cambios serían escasos.
Yo paso.
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Pa jartarme de reir,
no tuve más que escribir.
Ahora ríete de mí,
que yo soy tu hazmerreír
y tú mi acento y mi punto en la i.

918470225

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