martes, 10 de septiembre de 2019

Nanas al gato pardo Argos


Entre cendales de nubes de agosto,
Argos, te voy a acostar.
Duérmete, gato pardo.
Arrorró, arrarrá.
Arrorró, arrarrá.

Miau, miau, miau, miau…
Cierra los ojos
que son mis antojos.
La noche está delante.
no te levantes.
Marramamiau,
marramamiau.

Arrorró, arrorró,
tú ves más que yo.
Felices sueños, ceporro
siempre durmiendo.
Si sigues así,
pronto te vendo…
Va y se despierta
en sueños alerta.
No te venderé
y en mis brazos te tendré
frente a la puerta abierta.

Tú verás
lo que hacer:
dormir o soñar.
No importa lo demás:
mear o c****

Argos, dime tú,
¿soy yo tu yo-yo
o tú mi yu-yú?

Argos se durmió.
¿Qué hago ahora por él?
Prepararle gustoso
mesa y mantel.

—Argos, toma, toma,
toma café.
Lo huele, lo esquiva,
se va, ya se fue,
yo solo solito
solo me quedé.

—Argos ¿viste anoche
la luna redonda?
—Como el alimoche
me quedé a hacerle la ronda.
—¿Y qué pasó después?
—Eso ya no lo sé.

—Argos, tú tranquilo.
No hay cometa sin hilo.
Sin duda volverá
y a lo mejor contigo
un día o una noche… se casará.
Es muy gansa la luna.
La ves y no la verás más
si enamorado no estás
como los románticos
de siglos atrás:
Espronceda, Zorrilla,
Bécquer, Arolas, Rosalía de Castro y La Pardo Bazán.
Duerme, mi gato
de nariz azafrán.
Todo sea como es,
no le des vueltas al bataclán, bataclán,
que él sabe por donde
al agua llevar,
al agua del amor,
que viene y se va
como ave peregrina
que abandona el nidal.



918470225

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