miércoles, 11 de julio de 2018

Un ángel de la tierra me visita cada día

Cada mañana un ángel hecho cielo
se acerca a mí —¡qué magia!—,
me da los “buenos días”
y se toma una copa de cazalla.

Cada mañana estoy sentado
a la puerta de casa
esperando que llegue
ese ángel de gracia sin alas.

Me cuenta las noticias,
me da risas y lágrimas,
me da lo que no tengo…
y aumenta la autoestima que echo en falta.

Ese ángel está al tanto
de lo queda y lo que pasa
cuando conmigo sueña,
cuando conmigo habla.

No te vayas todavía,
por favor no te vayas,
le digo al ángel mío
cada mañana.

Y se sienta leyendo
y ya no dice nada
y seguimos los dos
rumiando las palabras:

Por ejemplo, amor.
Por ejemplo, alas.
Por ejemplo, rosa.
Por ejemplo, gracias.

¡Ay Dios del día
que me deje a las puertas de la casa
para siempre marchado,
para siempre cerrada!


91 8470225

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