viernes, 12 de enero de 2018

Es la educación, imbéciles

Yo me eduqué en La Salle
y orgulloso estoy
de sus enseñanzas
hasta el día de hoy.

Prudencia y sensatez
eran sus normas
magistrales y claras
que había que atender.

Y así lo hicimos cuando
en la verde edad
uno es una esponja
blanda a la verdad.

Las aulas relucían
a través del cristal
y por los corredores
brillaba un sol fractal.

Garcilaso, Fray Luis,
Lope, Tirso y Berceo
nos llenaban la boca
al salir al recreo.

Y Luego Alfonso X,
San Isidoro,
Fernando e Isabel
recordábamos a coro.

Bellas mañanas
de aprendizaje
para el largo vïaje
de la vida que empezaba.

Ya hemos llegado
hasta el otoño de la madurez.
Y seguimos igual
que en la niñez.

91 8470225

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