martes, 23 de enero de 2018

Al hilo de la vida

No me desmadejé
del hilo de la vida.
Colgado de ese estambre
escribí día a día
desangrando la pluma
de las venas rojizas
al contacto sutil
con las noticias.
Y nunca me desdije
de aquello que decía
en los pasos ufanos
del placer y la dicha
o en los pasos oscuros
que tanto me dolían.
Siempre estuve dispuesto
a ser la víctima
de los odios ajenos
 y mis propias manías.
Conté en cada momento
lo que me apetecía
como un notario fiel
incluyendo la firma.
Ahora estoy ya cansado,
pero sigo sin brida
anotando detalles
y pidiendo justicia.
Mientras ese cordón
umbilical de vida,
ante los desafueros
se mantenga y resista,
continuaré escribiendo
líneas y líneas …
aunque siendo derechas
me las lean torcidas.
Está mi alma en calma
como una mar hondísima
y ningún viento airado
podrá contra ella misma.
A escribir, a bogar,
a cumplir con la vida,
ese hilo pendiente
hasta la última partida.
Yo no me pongo término
pues nada me limita.
Y si Caronte llega…
que no, no tenga prisa.


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