jueves, 5 de junio de 2014

Elogio de la sensatez




Los antiguos jóvenes de todas las civilizaciones, en Oriente y en Occidente, reverenciaban a sus ancianos. Yo también, aunque anciano y no joven soy ya. Por eso me extraña y me descorazona la insolencia de las nuevas generaciones, que pregonan y exigen mucho sus derechos, -derechos a decidir qué y por qué- pero atienden muy poco a sus deberes.


Esto que expreso viene a cuento de la contestación callejera asamblearia que se opone a la continuidad de la Monarquía parlamentaria, tan beneficiosa en líneas generales en estos cuarenta últimos años, ahora que se ponen en entredicho su legitimidad y continuación. Anda ya, que ya hemos andado en paz y concordia, y así nos gusta seguir a la mayoría. No quiero otros ensayos republicanos en la cuerda floja de la disensión, al menos de momento, que ya fueron nefastos y están sin cicatrizar. Vuelta atrás, para nada de nada. Y no yo solo suplico esto tan sensato, sino la mayoría del país. Un noventa por ciento de la sociedad partitocrática psoe-pp votará a favor de la continuidad, y en ella estamos representados porque les votamos. Luego esa y no otra es la voz del pueblo en libertad.


Bienvenido Felipe VI de raíz borbónica democrática, apartada por su padre Juan Carlos I de  la dictadura franquista. Niños, a aprender y obedecer. Vayamos todos, y yo el primero, por la senda de la Constitución del 78 que nos amparó y defendió a TODOS los españoles. Que hay que reformarla, pues se reforma, pero, entretanto, la ley es la ley. Y sin ley, volvemos a la tribu fratricida. O a los/las taifas de estéril recuerdo para moros y cristianos.


a.sotopa@hotmail.com
91 847 02 25

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