lunes, 13 de abril de 2020

Ristra de coplas o de lo que sean


Escribo para mí,
o sea que me escribo
y quizás también a ti,
y es que me encanta
ser receptivo
de la gente tanta
por la que viví.

Que me dejen, pues, a mí
ser como quiera;
ni soy un vate al uso
ni un hombre pera.
Canto y amo la copla,
aun no sabiendo
quién me la sopla.

Rafael de León
fue mi  Maestro,
os juro que sus coplas
me las meto adentro.
Él andaluz,
yo segoviano;
entre los dos, ríos de luz
y un piano.

Encuadrado en el marco
de una saeta,
del dolor me desmarco
de la A a la Z
y parezco un barco
varado en la calle quieta.

Abrid los corazones,
dejadme entrar,
tengo ya mil razones
para descansar.
y si canto llorando,
es para que las penas
se me vayan quitando.
Por cielos de poemas
estoy versando;
susurradme nanas nenas
de cuando en cuando.
Y si me duermo,
nada os importe,
me resumí en un cuaderno.

Encended la candela
de los Viernes-Santo,
que a la vela, vela,
me quedo con el canto
de la duermevela.

No te vayas, Jesús mío.
Voy a sentir mucho frío
cuando aquí me quede solo
igual que el hielo en el polo
mas con más escalofrío.

Las mujeres me tomaron
como un objeto de culto,
culto porque yo soy culto,
pero al poco me dejaron.

Desnúdate deprisa,
amada mía,
mira que llega la brisa
que tu cuerpo briza
y estás tal cual todavía.

Ya con la noche acuestas
por vencido me doy.
Espero tus respuestas
al día de hoy.
Mañana ¿quién sabrá
lo que a ti y a mí
se nos ocurrirá?

918470225




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