viernes, 17 de abril de 2020

Corazón, ay, corazón


¡Oh Dios mío, cuántas coplas,
madrigales y canciones
se han volcado en descifrar
las distintas emociones
del sangrante y palpitante corazón!
¡Oh Dios mío, cuántas penas,
Cuántas redondas condenas
Y recuántas alegrías
nos han dado día a día
los poetas entregados al Amor!
Que si me odias, que se si me amas,
que si sientes, que si olvidas,
que si todo lo que pasa
es un gozo o es una herida
en el medio del  brotante corazón.
Su tictac incontenible,
Su relojero temblor…
Es una llamada audible
en el pecho acogedor
de la sangre roja roja del corazón.
No existe mayor sensor,
mejor objetivo o diana
que su pulsión soberana
vibrando como un tambor
de la noche a la mañana.
¡Oh corazón, corazón,
puerta de entrada y salida
de mi vida convertida
en pura acción y emoción,
a ti mi cántico hoy!
Toca, toca,
tócame la aldaba o la llave
del corazón.

918470225

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