martes, 21 de abril de 2020

El burro lector


En una vieja estampa digital
he visto a un burro lector
y al momento me he inquirido
si ese burro no soy yo.
Que creo que sí, pues tengo
su misma figuración:
cara atenta, libro enfrente
y parecida ambición.
Y es que mi tocayo Lucio
en asno se transformó
para seducir a Focia,
a la cual se la montó.
Se la montó por ser sabio,
o sea, burro lector,
igualito e equilicual
al que ahora empiezo a ser yo.
Aprended, hombres burracos,
esta simplona lección:
nadie es burro si es que lee
cómo al mundo le hizo Dios.
Carpe Diem, y que luego
el cuerpo aguante y que no
nos deje el pobre tirados
y sin ninguna otra opción.
Que os lo montéis bien os pido
para mi satisfacción.
Nada alegraría más
a mi obsexo corazón.
¿Entendido? Buenos días,
y adiós, adiós, ay, adiós
a aquellos que yo gocé
pero ahora gozáis vos.
Si así lo hacéis, gracias, gracias.
He sido vuestro mentor
y lo voy a seguir siendo
hasta que llegue la Mort.

918470225

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