lunes, 10 de junio de 2019

Letanía del amor contradictorio


Quítame los ceniceros
pero no los lapiceros.

Quítame también los humos
pero no las pipas que a diario fumo.

Quítame las tijeras,
pero por lo que más quieras
hazme un traje a tu manera retrechera.

Quítame este sinvivir
mas no las ganas de vivir.

Quítame los peines y los calzadores,
los llaveros y los descorchadores.
Quítame las gillettes de afeitar,
me dejaré la barba recortar.

Quítame la nostalgia de otros tiempos,
quítame la impaciencia de distintos momentos.

Quítame, quítame, quítame,
pero tápame, tápame
que yo me desquitaré.

Quítame las zapatillas
de fieltro de andar por casa
y el albornoz de seda cachemir rara y cara,
pero no toques mis pajaritas
ni mis corbatas.

Quítame esos pañuelos
con la A bordada
de tu nombre, Ana,
que es solo un señuelo
para tu amado, amada.

Quítame las agujas y los clips
y no rechistes ¡Chips!

Quítame la soledad,
mas no la voluntad
de amarte más.

Quítame los jabones y lavandas
e inclusive la banda
del Glorioso Mester,
hoy gloria de ayer.

Y quítame la crema de los dientes,
ya nada sonrientes
en este atardecer.

O quítame la toga de doctor,
merecedora de tu amor.

Quítame el habla,
quítame la razón,
quítame el sentimiento
del corazón.

Quítame el vestidor,
pero ¡ay! no me quites
ser tu servidor.

Quítame el sombrero,
si es que antes me quitas el sol del pelo
que por ti desenredo.

Quítame el cinto
pero no el lápiz
con que me pinto.

Quítame la capa
y la cachaba,
que ya no ando como andaba.

Quítame los libros y los diplomas;
ladrona, no escribo en broma.

Quítame los marcos de los retratos,
muéstrame al pairo,
bien sé lo que valgo.

Quítame los pijamas y las camisas
y hazlo sin prisas.

Quítame los anillos y los calzoncillos,
sean de oro fino o sean sencillos.

Quítame las correas,
quítame las libreas,
quítame las tareas
molestas y feas.

Quítame las bufandas,
quítame las sandalias,
quítame las pestañas.

Quítame las cremalleras
y también las rodilleras.

Quítame de los puños los gemelos,
aunque valgan de oro un huevo.

Quítame, quítame, quítame
todo aquello que Dios te dé a entender,
y quédate con todo lo demás
que creas merecer.

Y basta, basta,
que igual me ha de dar.
Para lo que me resta…
mejor no sumar.
Aunque espero que de mí
muchas veces te vayas a acordar
cuando imagines que…
ya nada me puedes quitar.

918470225

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