miércoles, 24 de octubre de 2018

Sonata y fuga melancólicas

Quiero escribir mis versos
más tristes esta noche.
Quiero ser el Neruda
de sus odas atroces,
elementales, sí,
pero también rellenas de pavores.
Quiero contar que el mundo
gira peor que se supone.
Por dónde empiezo
dímelo tú que me conoces
más que yo mismo y mi consorte.
Yo no soy juez y sin embargo
le culpo al otro de mis brotes
de locura senil e intolerancia
muchas veces a voces.
Ya está bien, Señor mío,
de que me incomoden,
de que me hagan llorar,
de que me borren
de sus amigos,
de que me llamen borde
por decir lo que pienso
día y noche,
aunque en la noche también sueño
un mundo diferente que me ronde,
y no lo encuentro.
Esos reproches
no me son de recibo,
no van acordes
con lo que soy y he sido:
un vasto hombre
que acumuló sabiduría
hasta el derroche.
Tened piedad conmigo.
Dadme ese solo importe.


91 8470225

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