martes, 16 de octubre de 2018

El gorrioncillo glotón

Se encontraba un gorrioncillo
picando bajo un moral
las moras que le caían
en las alas sin volar,
cuando un viento traidorzuelo
se las cambió de lugar
y las llevó a no se sabe
qué distancia del moral.
El caso es que el gorrioncillo
se tuvo que contentar
con solo las moras verdes
que le supieron muy mal.
Y entonces el pobrecillo
no hacía más que piar:
“a mí que me las den todas
aunque sean en agraz”,
para contentarse al fin
con tal de tragar, tragar
lo que se pusiera a punto
de su apetito voraz.
Lo mismo daba que fuera
dulce que amargo y letal,
rojo que verdoso oliva
o gualda por un casual.
Así que murió tan pancho
de hinchar su hambre puntual,
lo mismo que les ocurre
a tanta gente demás.
Aprende del gorrioncillo
Y no te dejes liar.
Por la boca muere el pez,
por el pico muchos más
y no lo quieren saber,
tal es su necesidad
de comer y de correr,
de nadar y de volar.

91 8470225

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