lunes, 3 de septiembre de 2018

Carta a un hijo

Mi querido hijo Hugo:
Desolado estoy por ti.
Hiciste lo que te plugo
Y no contaste con mí.

Pero no importa, hijo mío.
Ya eres bastante mayor
Para saber que mi amor
Te disculpa, pues confío

En que lo que hiciste fue
Autoestimarte y tenerte
Frente a cualquier contrafuerte
Que se antepusiera al pie.

Vuelve a ser aquel infante
Al que llevaba a la finca
Y en la que aún se ahinca
Tu querencia rebrotante.

Vuelve a ser el hijo amante
Al que di i mi tierna unción
Para estar en comunión.
No me seas preocupante.

Con Héctor y Aba a la vista
—tus retoños adorables—
Haremos viajes loables
Por el caminito o pista

De las vacas, los matojos,
Las zarzas y las retamas
Que fueron nuestros antojos
En tu infancia por las ramas.

Vuelve, hijo mío, a gozar
De la entrañable unidad
Que nos invitó a cantar
Por la vida y por la paz.

Contigo quiero vivir,
Contigo quiero entender
Que debemos mantener
El sueño del porvenir.

Tú y yo juntos, hijo mío,
Con los nietos a la zaga.
Nada de lo que yo haga
Se interpondrá al desafío.

Yo contigo y tú conmigo
Nadie nos podrá vencer.
Siempre habrá un amanecer
Que nos tendrá por testigo.

No me llores, no te abrumes;
Haz lo mismo que las flores.
El amor de los amores
Los errores torna impunes.

Hasta otro día, hijo mío;
Convendrás que lo que expreso
Es de mi corazón, preso
Por tu anterior extravío.

Adiós broncas y adiós culpas,
Fuera llantos y temores…
Seamos como las flores
Y no pidamos disculpas.


a.sotopa@hotmail.com
91 8470225

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