martes, 17 de febrero de 2015

Devuélveme la moto


Clama y llora Tomás Gómez,
defenestrado del voto,
pidiendo que le devuelvan
la miniatura de moto
que se dejó en el despacho
cuando Sánchez puso coto
a su atrabiliario estilo,
tranviario y manirroto,
al cambiar la cerradura
de la puerta del exvoto.


Clama y llora como un lerdo
y apenado galeoto
que no supo estar al mando
del timón como piloto,
pues naufragó entre las olas
del perverso maremoto
en el que ha dejado anclado
al PSOE vacío y roto,
como cáscara de nuez
sin fruto dentro o ignoto.
¿Adónde irá aquel Invictus
que presumía de foto
muscular por culturista
ante un paisaje remoto?
Su baja le ha ocasionado
que le pelen el escroto
y que nade entre dos aguas
cual nada la flor del loto,
ni roja ni carmesí,
sin estambre y sin cigoto.


¿Para qué tanta armadura?
¿Para qué tanto alboroto?
¿Para qué tanta pamplina
de este payo boquirroto?
Pronto lo vamos a ver.
Siempre queda algún devoto
del ansia de poder ser,
que no es magra bonoloto.
¿Gabilondo el metafísico?
Pues por él me despeloto.


a.sotopa@hotmail.com

91 847 02 25

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