lunes, 10 de febrero de 2014

Almuerzo de cronistas en el Centro Segoviano de Madrid


La Asociación de Cronistas

de la Villa de Madrid,

ACROMA para Esperanza

tanto como para mí

que en la provincia resido

al rumor del Guadalix,

ha tenido a bien juntarnos

a la mesa, hoy y aquí,

en Alburquerque, catorce,

primer piso, Chamberí,

(bastión castizo cual Chueca

del antiguo Magerit,

el que en quintillas cantó

Fernández de Moratín

mejor que ahora canto yo,

su discípulo viril).

Sobre la mesa… ¡dos huevos!,

filetes de lomo y

descorchados de Valtiendas:

un auténtico festín,

servido por Encarnita

con gracia y tacto sutil.

Moza mesonera es

y Dulcinea. ¿A que sí?,

pues lo mismo hace una sopa

que se torna en fregatriz

sin quitarse los anillos

ni el olor del perejil.

¡Quién tuviera su elegancia

para amar, para servir,

a señores tan quijotes

del oficio croniquil

como son vuesas mercedes,

todas de gran pedigrí!

Por lo que respecta al vino,

nada más voy a añadir,

ya que es el normal del Centro,

según manda su adalid

Antonio Horcajo, presente,

Presidente, sí que sí,

por derecho, por locuencia

y por cualidades mil.

Y después del suculento

convite…,coloquio afín

sobre los temas expuestos

que me es grato resumir:

cómo organizarnos, cómo

partir desde la raíz

de los hechos consumados

en la historia zascandil;

cómo ajustar las propuestas

que den cuenta del país

en relación a Castilla

y en relación a Madrid

y en relación a Vasconia

y a la árabe psoeí

-Andalucía la Bella,

por favor, quise decir-,

y a la maciza Galicia

por dó corren Miño y Sil,

y a Aragón y Cataluña

y al Islario Mallorquín

-donde hoy declaró la Infa(n)usta

señora de Urdangarín-,

y a más regiones autónomas

surgidas al aliguí,

como Extremadura, Murcia,

el reino valencianí,

Cantabria, Rioja, Asturias

(prados en que fui feliz)

Navarra, Melilla, Ceuta…

(¡ay, que me harto de reír!)

Hay que poner punto y coma

a esta división pueril

entre estadillos conjuntos

-flores de pitiminí-,

pues no beneficia a nadie

tanto mando caciquil,

y ver qué le toca a uno

o a otro, a mí o a ti,

en Getafe, en Leganés,

en Sanse y en Guadalix,

en Alcorcón, en Pozuelo;

en Parla -que el parlanchín

exalcalde Carlos Gómez

dejó, como un Hamelín

encantador, sin dineros,

sin donaire y sin sin sin…-;

o en Chinchón, que fuera sexmo

extremo segovianí

cual Griñón, Cubas y Batres,

Navalcarnero… y, ansí,

otros tantos pueblos pobres

con dos palmos de nariz.

Es el juego de la vida,

es el juego del parchís,

en el que solo unos pocos

repartiéronse el botín.

Amigos míos, Cronistas:

la historia hay que reescribir,

y lo que nos pasa ahora,

re-pasarlo al porvenir

para que se tenga en cuenta

la placenta, que es matriz.

Días nuevos nos esperan

tras la crisis juancarlís.

Gracias por acompañarnos

en este almuerzo gentil:

 Resalt, Borreguero, Cuéllar,

Golderos, Jacinto Gil,

Santiago Izquierdo, Ángel Calle,

Paco Puch -vate aguilí-,

Díaz Sanz, Luis Matamoros,

Luis Prados -plaza y pensil

florido del ABC

hasta los años dos mil-;

Landelino, Ángel del Río,

Fuentenebro -el canongil

de Cantalejo-, Mateos,

Federico San Martín,

Linage, Acedo, Aguinaga,

ecétera, ecétera…Fin.

¡Va por vosotros mi copa

de champán españolí!

Salud, colegas, y adentro

del Centro. ¡Viva Madrid!

(Declamado en el Centro Segoviano de Madrid el sábado ocho de febrero de 2014,

día nevoso en el que conocí a Víctor Barrios, originario de La Matilla, y dueño del

Restaurante “El Paisano” -¡oh chicharrones!-, que me obsequió con tres vinos blancos

Nieva, tras comprarme y dedicarle “A lo largo del río Riaza”.)


a.sotopa@hotmail.com
91 847 02 25

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