Cristina Vega, bibliotecaria de Cantimpalos y mujer enormemente curiosa que ha investigado la vestimenta segoviana desde sus orígenes, me remite por correo postal el fruto de sus pesquisas en libros y museos, junto con unas letrillas graciosas que le ha dedicado a su nieta Paulina Garrido Soto, que será bautizada el 21 de agosto en la iglesia de la Inmaculada Concepción de la Villa de los chorizos –va sin segundas-, en compañía de cuatro bisabuelos vivos y cincuenta familiares e invitados más. Que se lo pasen bien. Rezan las letrillas así, rizando el rizo de la ingenuidad popular:
Va de Cristina a Paulina
entre Garridos y Sotos
la glosa cantimpalina
de mis amores devotos.
Es mi nueva nieta en flor
dormitona y sonrosada
cual fue su hermana mayor
que Micaela es nombrada.
Sus padres Álvaro y Laura
y sus cuatro bisabuelos…,
pues la familia restaura
mil gracias le dan al cielo.
Y cielo es la que a los Vega
también vino a complacer
no habiendo más rica entrega
que verla en vida crecer.
Nacida en mayo del doce,
crismada en la Concepción,
recibió del sacerdote
nuestro rojo corazón.
Y aquí estamos celebrando
su bautismal cristianía,
cual Segovia sigue usando
y usará por la fe mía.
a.sotopa@hotmail.com
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