Decálogo del escritor joven

1.-Vive la vida a tope antes de ponerte a contarla.
2.-Lee a los grandes maestros con tenacidad y perseverancia.
3.-Imítalos hasta conseguir encontrar tu propio lenguaje.
4.-Corrige sin parar y déjate corregir.
5.-Tómate en serio el vocabulario y la gramática para clarificar el pensamiento, te cueste lo que te cueste.
6.-Observa, observa, observa, y memoriza, memoriza, memoriza.
7.-Emplea fundamentalmente nombres y verbos; son las claves del arco de la frase; el resto se te encajará con simple lógica.
8.-Lánzate a escribir sin miedo ni afectación, como si te hablaras a ti mismo con naturalidad.
9.-Narra y describe a la vez, palabra a palabra, considerando su peso y calidad en el conjunto, y tacha al final las que sobren porque no añadan nada que merezca la pena.
10.-Trázate un plan y síguelo a rajatabla; encadénate al escritorio las horas que sean precisas; sólo el esfuerzo es creativo, solo con él aflora la expresión.


Si cumples estos mandamientos, no digo que vayas a triunfar en la novela, el teatro, el periodismo o la poesía, pero sí que vas a experimentar la mayor de las satisfacciones, que es la que produce la obra bien hecha. Hazlo así, hijo mío, y serás un hombre libre.

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