lunes, 25 de mayo de 2015

Sol y lluvia, desparejados

El sol y la lluvia
se intentan casar,
pero no hay manera
porque no se van.
Si uno anda caliente,
la otra se enfría;
Si uno se sonroja,
la otra se retira.
¿Qué vamos a hacer?
Tomarlos a solas.
No se puede unir
lo que no se ahorma.
Pero entre los dos
nacen a porfía
las flores que visten
solanas y umbrías.
Y eso sí que es gracia
de consolación.
¡Oh, Naturaleza,
cuán sabio es amor!


a.sotopa@hotmail.com
91 847 02 25

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