viernes, 21 de noviembre de 2014

Lamento de la 18º Duquesa de Alba

Duquesas no quedan ya
como la Duquesa de Alba,
que se nos fue a los primeros
albores de esta mañana:
veinte de noviembre es
del dos mil catorce de aguas
turbulentas por sí mismas
mas la cuestión catalana,
que asuelan este país
conocido como España,
y los limoneros lloran
en su Dueñas machadiana,
y los naranjos se inclinan
hasta el mármol de su lápida
y los pájaros no cantan.
Cayó la flor del otoño,
Cayó el azahar de la gracia,
Hay angustia en los cipreses
y un crespón en la Giralda.
Ella fue la gran torera,
siempre en medio de la plaza,
dando verónicas justas
con suprema Maestranza.
De arriba abajo, ninguno,
de sus dones se escapaba;
con obras de caridad
sus culpas, noble, pagaba,
Carmen Tello le reía,
Curro a su vez la abrazaba.
Tristes están los caballos,
tristes rezan las campanas,
tristes mugen los cinqueños
toros de las dehesas bravas.
tristes quedan sus volantes
en la falda almidonada,
Con lengua cristiana hablaba.
Descanse de tanto baile
flamenco por sevillanas;
por amores absumida,
por amores tricasada,
por amores bien pintada,
por Amores socorrida
en su edad más avanzada.
Sin cortarse un pelo fino
De su cabellera blanca,
Dióles aires a las artes
Con su labor mecenazga
Y se puso por montera
A toda la aristocracia

91 847 02 25

a.sotopa@hotmail.com

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