miércoles, 19 de noviembre de 2014

El nombre es el hombre (y la mujer)


Felipe versus Isidoro: El clandestino bocazas, gordinflón y genuflexo ahora. Solo labios.

Alfonso Guerra: La segunda (o primera) persona del socialismo guerrero expropiador, opositor y mamandurriero con su “mienmano”.

Ada Colau: La que se cuela por todos los deshaucios en defensa propia como aspirante a alcaldesa de Barcelona, zona donde la bolsa sona.

Pablo Iglesias: La iglesia laica de los que creen –ingenuos- que Podemos intenta hacer algo mejor de lo malo existente. Labia y labia con coleta contrapuesta y con o sin monedero, que parece que lo tiene vergonzosa y venezolanamente abultado, pero se lo calla, distrayéndonos.

Ana Pastor: Desintoxicadora de memeces faraónicas del Pepiño corruto.

Mariano Roy: La timidez expuesta a lo que salga. Nunca se sabe si sube o si baja. El hombre tranquilo.

Arturo Mas: El rey que es menos y no se lo quiere creer en esta tabla de números cardinales que salieron de unas urnas de cartón piedra. Porque la tiene dura, la cara.

José Antonio Durán: El que dura más de lo necesario sin saber dónde se encuentra políticamente, pero viaja a nuestra costa o coste y habita angelicalmente en el Palace de Madrid. Sin gastos personales, dije.

José Antonio Monago: Me explico pero no sé lo que hago (hice o haré). No lloréis por mí, que ya lloro yo.

Soraya Santamaría: La muñequita virgen de la derecha que muñe lo que no veas.

(Ahora les toca a ustedes seguir añadiendo definiciones)




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