viernes, 1 de marzo de 2013

CELEBRACIÓN DE LA MUJER TRABAJADORA CON “MUJERES, HOMBRES Y CRISIS”, DE ANA GALISTEO

Para celebrar el Día de la Mujer Trabajadora, la actriz Ana Galisteo ha escrito y dirigido una comedieta satírica, tan fantástica como real, que está haciendo las delicias de los madrileños. Aunque es un poco larga, resulta muy corta su puesta en escena, pues los golpes de humor son constantes en los personajes de esta autora andaluza, que al final siempre dejan un poso agridulce de meditación. Lean.


                 MUJERES, HOMBRES Y CRISIS

1.-ANGUSTIAS.     2.-RESIGNACIÓN.
               3.-PASOTA.           4.-TABERNERA.

ESCENA I

1.- ¿Qué tal, Resignación, cómo te encuentras?
2.-Bien…¿Y tú? Hace mucho,  pero que mucho tiempo que no te veo.
1.-¡Cómo me vas a ver, si ando como “geisa por arrozal”!
2.-Hija, yo te hacía por Benidorm, en el apartamento en la playa.
1.-¡Uf,uf, quita, quita! El apartamento…¡el apartamento! Si tú supieras…
2.-¿Qué tengo que saber, mujer de Dios? Cuenta, cuenta, que me tienes en ascuas.
1.-¿Me juras que no se lo dirás a nadie?
2.-Soy una tumba, ya me conoces.
1.-Por eso que te conozco, te pido que esto no salga de aquí. Pero es que…con alguien me tengo que desahogar.
2.-Dime, dime. Soy toda oídos.
1.-¿Tú te acuerdas, cuando compramos el apartamento, qué ilusión teníamos? Fueron días de vino y rosas.
2.-Sí, claro, menuda envidia, y lo que gastásteis en invitar a la familia y a los amigos para que pasaran unos días con vosotros en la playa…
1.-Bueno, pues ya no lo tenemos.
2.-¡¿Cómo?! Os lo ha quitado Bankia, como si lo viera.
1.-Hija, parece que te alegras.
2.-¡Qué dices, mujer! Cómo me voy a alegrar. Y tú ¿no te has enterado entonces de lo nuestro?
1.-No ¿qué os ha pasado?
2.-Pues nada, Resi; recordarás que cuando fuimos a ver tu apartamento tú me decías “venga, animaros; cogeros uno como nosotros, y así los inviernos los pasamos lejos del frío”, y  yo te dije: “no, a mi marido se le ha metido en la cabeza colocar nuestros ahorros en papel del estado  o algo parecido”. Bueno, pues no se lo pude quitar de la cabeza, y así lo hicimos y…¡lo hemos perdido todo!
1.-No me digas, por las Preferentes.
2.-Sí, sí, por las Preferentes. Y no nos devuelven ¡nada!
1.-Entonces tú ¿cómo estás? Más o menos como yo ¿no?
2.-Sí, sí (llora)
1.-¿Y cómo salís adelante?
2.-Haciendo malabarismos. He tenido que sacar a mi madre de la Residencia, que si trabajo me costó animarla para que entrara, más trabajo me ha costado convencerla para que saliera.
1.-¿Por qué?
2.-La  pobre ha tenido que abandonar a un novio que la adora. Ella estaba allí viviendo un amor que nunca pensó que existiera. Ya sabes, mi padre le dio muy mala vida. Pero el novio ese es todo un caballero, la quiere con un amor limpio y desinteresado (llora) y está lleno pero que lleno de ternura por su piel y sus huesos (vuelve a suspirar). Y ahora, voy yo, la saco y le fastidio a la vieja la vida, la poca vida que la queda. Pero son 600 euros que me ahorro, y con los 450 que cobra mi marido, vamos tirando y saliendo.
1.-Bueno, son más de 1000 en total. Con eso muchas familias estarían tan contentas.
2.-(Inclinando la cabeza varias veces) Y tú ¿cómo lo haces?
Dime, dime, confesión por confesión.
1.-Ay, hija, lo mío es peor; también mi marido cobra esos 450 E, pero tú sabes que él tiene sus gastos, mejor dicho sus vicios, que se llevan riñón y medio, y cuando había…, no lo echábamos en cuenta, pero ahora…De ese dinero que te digo se queda con los 50E como de propina, y antes de mediar el mes, o sea hacia el día 15, ya me está pidiendo más y si no se lo doy, me lo saca a empujones. Dice que se lo gasta todo con los nietos, y me echa en cara que él es quien los cuida, porque yo me tengo que ir a limpiar casas por la mañana, hasta las dos de la tarde, y los días que no tengo casas, me dedico a hacer arreglos de costura, ya sabes, que si sácame esta falda, que si méteme los bajos de los pantalones…y así me voy apañando. Mal, pero… bueno.
2.-Pero tu hija te ayudará económicamente.
1.-¡Mi hija! Mi hija está en paro, y mi yerno también. En casa que los tengo a los dos. Salen a buscar trabajo, de la mañana a la noche, vuelven desesperados, cansados, y sin comer; se llevan un poco de fruta y pasan el día del metro al autobús, del autobús al metro, a veces andando con los pies llenos de llagas.
2.-¿Y no cobran el paro?
1.-Mi yerno no; él era autónomo, y mi hija, con lo poco que le dan, a duras penas le alcanza para pagar la hipoteca. Así que cuando se le acabe el paro, no sé qué va a pasar. Y por eso están con nosotros. Su casa es una hermosura, pero cuesta mucho calentarla; de manera que con pagar una calefacción nos calentamos todos. Y no para ahí la cosa, porque para postre, el muy imbécil de mi marido tiene celos y refunfuña con que si los niños tienen una habitación para ellos solitos y con que si el yerno le ha quitado la cama, y nosotros tenemos que dormir en el salón. Ya ves qué espectáculo.
2.-¿Y tú, qué dices? ¿Cómo te defiendes?
1.-Yo le aconsejo a mi marido que se calme, pero ni por esas; y también le digo que los niños se acuestan antes y que los jóvenes necesitan intimidad, que bastante tienen con la que está cayendo, para encima no poder hacerse ni una caricia a solas, porque yo no tengo ya ni ganas ni edad, y si alguna vez me apeteciera eso ¿de qué me iba a servir si mi marido sale disparado de casa hasta las tantas  y se abraza a una copa y a otra copa en vez de abrazarse a mí? ¡Ay, qué tonto es! No sabe lo que se pierde, otro gallo le cantaría, porque el amor es una cosa tan barata, tan buena, tan saludable…¿verdad?
2.-¡Ja, ja, ja! ¿Eso le dices? Por eso te da empujones, a lo mejor…Aunque el mío, no sé si por tantos disgustos como nos dio el apartamento o qué, pero está en las mismas condiciones, ja, ja, ja, que no se entera de náa, y es que después de los sesenta, todos calvos, ja, ja, ja…


ESCENA II

3.-(Se acerca Pasota).¡Hola, ¿qué hacéis? ¡Hay que ver cómo os lo pasáis!
1-2.-Aquí estamos, Pasota.
1.-Ya ves, refiriendo lo de la puñetera crisis, que nos tiene comidita la moral.
3.-Pues yo paso…
1-2.-Claro que pasas, como tú eres viuda…
2.-Y tienes los hijos bien colocados y en sus casas…; así cualquiera.
3.-¡Eh, eh! Un momento, un momento, que yo…, que el que yo no vaya lloriqueando por ahí no quiere decir nada. Me explico. Yo mantengo en casa a los cuatro hijos y a sus parejas y cinco nietos como cinco soles, pero me lo tomo como hay que tomárselo, en plan “viva la Virgen”, “pasota”, sí. ¿Que no hay champú? Pues te duchas con lavavajillas.
1-2.-¿Con lavavajillas?
1.-¿Y no te escuece el “fufi”?
2.-¿Ni los ojos?
3.-Pero qué delicadas sois vosotras, y qué finas, como las finas yerbas, vamos; parece mentira que seáis de pueblo. Os falla la memoria,¿ o qué, amigas? ¿Es que nos os acordáis que por todo cuarto de baño teníamos un barreño, y el gel era un trozo de jabón hecho de sosa y grasa de cerdo, y la mascarilla del pelo, agua de vinagre, que, por cierto, “estupenda mascarilla”?
Una vez por semana, en dicho barreño, primero se bañaban los menores de tres años con Heno de Pravia o flores de Guris, a continuación todos los demás, y, al final, los padres y madres. Se lavaban bien los pies y se los restregaban con un buen estropajo, y para la cara, las partes íntimas y demás…utilizaban el jarro y la palangana que tenían a juego en el dormitorio. Acordaros, acordaros. Y gozaban de “su limpieza” ¿o no? Así era la vida y eran felices, vaya.
1.-Hija mía, quien te puso de mote la Pasota se lució.
2.-¿Y cómo os alimentáis todos con tu pensión nada más?
3.-Pues muy fácil: dieta, dieta mediterránea. Los sábados a mediodía me paso por el súper y le digo al carnicero: “póngame un par de bolsas de lo que tiene en el cubo, que es para el perro”. Antes le compraba latas, pero ahora con la crisis se tiene una que aguantar con esto. Así le digo.
1.-¿Y?...
2.-¿Te lo da?
3.-Me elige lo mejorcito del cubo, me pone las terminaciones de las piezas que tiene en el mostrador y no me cobra nada. El carnicero no me cobra nada, porque es mi vecino y sabe que no tengo perro, pero el suyo me da mucho pavor…y teme que si… Es un cielo… el carnicero, no el perro.
1.-¡Qué suerte!
2.-¡Y que lo digas!
3.-Después voy al pollero con la misma canción: “póngame dos kilos de carcasas de pollo”. Un par de euros me cobra el pollero, porque no me conoce. Y lo mismo hago en la pescadería, que no os podéis imaginar el pescado que se tira al despiezarlo y se queda escondido en las cabezas y entre las espinas.
1.-Pues es verdad.
2.-Claro que es verdad.
3.-Llego a casa, lo limpio todo, quito la grasa a los recortes de la carne y los huesos, y hago unos cocidos que levantan a los muertos, y unas “fideguás”,…que ya quisieran los levantinos…y croquetas para mis nietos, y sopa para mis nueras, y pudin de pescado para mis hijos. Y cuando se acaba el festín carnicero y pescadero…pues pongo judías, lentejas, arroz blanco con tomate y un huevo para dos; eso sí, yo todo lo compro de marcas blancas y de oferta. ¿Es que eso no es dieta mediterránea? Díganme ustedes si tienen alguna duda.
1.-¡Hala, Resignación, qué conferencia de economía nos ha dado Pasota!
2.-Nos ha dejado a la altura del bordillo, y sin perder el buen humor. Y parecía que pasaba de todo, quién lo diría.
Sigue, sigue contando, que nos interesa tu forma de administración casera.
3.-Bueno, los domingos compro dos litronas porque no hay que prescindir del aperitivo dominguero, y los niños toman su coca cola y sus refrescos, que para eso es fiesta; no quiero que mis nietos se traumaticen, y yo tampoco quiero perder el glamur; ya véis, mi peluquería está patente, y mis trapitos también, aunque sean made in China y de mercadilli calé.
1.-Oye, Paso, ¿por qué no vas al Banco de Alimentos?
2.-Eso, eso, y te ahorrarías la leche, el aceite, las legumbres, los arroces y las pastas.
3.-Pues porque allí está todo caducado y el señor ministro se ha dejado caer por televisión diciendo que las amas de casa tiramos a la basura toneladas de alimentos, vamos, vamos, qué sabrá ese mostrenco de las amas de casa. Así que eso se lo dejo para los políticos y los banqueros, que son los que nos han llevado, o traído, a esta calamitosa situación. Y también para las que tienen maridos a los que les han consentido el fútbol, los toros, los juegos de cartas, las quinielas, la lotería, etc, etc, etc. Yo a mi difunto no le consentí ni un tantito así, pero ni un tantito así.
1.- A lo mejor por eso se murió tan pronto.
2.-Eso, eso, a lo mejor fue por eso.
3.-Amigas mías, eso no está probado en ningún sitio, pero lo que yo he dicho, sí, “que en este país hay mucho vicio”. Que os lo digo yo, que aquí todo se sabe, aunque me haga la pasota.
1.-Resignación: Vaya clase de moral para nuestros maridos. Y parecía la Paso que pasaba de todo.
2.-Oye, Pasota, ¿tú podrías darnos unos pocos consejos para meter en cintura a nuestros esposos?
3.-Yo qué vaaa…, yo sin problemas, ya me conocéis…

ESCENA III

4.- (Canta o grita Tabernera) ¡Qué! ¿Un cafelito? ¿Un vinito? ¿Una cervecita?...Que las taberneras también tenemos que vivir, oigan.
1.-Oye, ¿y tu marido, por qué no atiende aquí?, ¿es que se ha colocado?
4.- No, hija. Ese está haciendo footing, o eso dice.
2.-Vaya usted a saber, porque ese también se las gasta…
4.-¡A mí me lo vais a decir! ¡Si yo hablara…!
3.-Si muchas mujeres hablaran, a la señora Merkel se le iban a quitar las ganas de vestir y actuar como un hombre.
Y no hablemos de las Infantas…¡Ja, ja, ja! Esas sí que han tenido suerte con sus hombres ¿eh? El Rey, de caza…y la mamá, la Reina, con un cabreo…Anda, que si hablara…
2.-¿Os habéis dado cuenta, compañeras? Siempre son ellos los que nos llevan a los grandes conflictos, a las guerras.
TODAS: Ellos, ellos, los políticos y los banqueros, ellos, ellos.
2.-Somos nosotras las que curamos sus heridas. Somos nosotras las que cuidamos a los enfermos y a nuestros, hijos, nietos y mayores.
Pase lo que pase, y gracias a nosotras, nunca falta un plato de comida en la mesa.¿A que no?
TODAS: No, nunca. ¡Aunque tengamos que hacer… encaje de bolillos!

ANA GALISTEO PÉREZ.
DIA DE LA MUJER 2013 EN GUADALIX DE LA SIERRA, SOTO DEL REAL, EL MOLAR Y MANZANARES EL REAL.

a.sotopa@hotmail.com
T: 91 847 02 25

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