martes, 7 de marzo de 2017

Boscanianas

En estrofas boscanianas
me rebusco y me peleo
conmigo y la que es trofeo
de mi amor hoy y mañana
y tiene por nombre Ana.
Los dos juntos y a destajo
vivimos de tal manera
que yo soy lo que ella quiera
y si se raja, me rajo
       a su vera.

¡Oh vida llena de abrojos!
¡Oh mundo malo de sí!
¡Qué bien fuera para mí
que ella quedara en mis ojos
desde el punto que la vi.
Ya mi seso no halla asiento
sino en seguirla y amarla
abrazarla y rodearla
lleno de contentamiento
       por ganarla.

Y aunque el pueblo la desea,
a mí solo se me entrega
y compite en la refriega
diaria, aunque dura sea,
como una diestra estratega.
Si vencida, yo vencido,
y si yo altivo, ella altiva.
No hay nadie para quien viva
más que para su marido,
        fiel cautiva.

Aquí la tengo a mi lado
como un espejo de limpia,
ella que siempre relimpia
mi lágrimas de soldado
o atleta flojo de Olimpia.
Ella que, cuando estoy triste
por cualquiera tontería
que sucede día a día,
de ternura se reviste
         y alegría.

¿Qué haré yo a partir de ahora
que en mis brazos se sustenta?
Pues tenerla bien a cuenta
y servir a la señora
que cuentos de amor me inventa.
Y acordándome del caso
en que a tientas la prendí,
decirla siempre que sí
hasta el tiempo del ocaso
         para mí.


a.sotopa@hotmail.com
91 8470225

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