miércoles, 22 de marzo de 2017

A la patinadora de la luna

Querida y admirada
María Teresa León,
“patinadora de la luna”
naranja-limón,
te cuento un cuento,
pónmelo atención:
Éranse una vez
la vaca, el ratón,
el sapo, la sapa,
la rata, el lirón,
el gato, la gata,
el tigre, el león,
el lobo, el cordero,
la hormiga, el bison-
te, la tortuga,
el camaleón,
la hiena, la sierpe,
la cabra, el cabrón,
la araña, el araño…
y el bobalicón
Juan, al que su madre
no daba razón
por ser tonto, tonto
de capirotón
en casa, en la calle
y en toda ocasión.
Llegado el Diluvio,
todo ese montón
del diestro Noé
entró de aluvión
en el arca sacra
como prevención
no fueran a ahogarse
y adiós SALVACIÓN.
El caso es que Juan,
el bobalicón,
a costa de ellos
se ganó un pastón.
“Todo para el pueblo”,
dijo con pasión,
pero sin embargo,
como era guasón,
le timó a las bravas,
y de sopetón
se guardó en el bolso
-ay, chitón, chitón-
un animalico
listillo y parlón
que era como él
de bravo y faltón.
¿Adivinaréis
ya la solución
del cuento contado
para diversión
de buenos y malos
y sin distinción?
El ser engañado
cuesta. PREVENCIÓN.

91 8470225
   

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