Con “El profesor de fondo”
en su soledad diaria,
libro del docto Apuleyo
dedicado a la enseñanza,
Pablo Méndez fue a Belén
en la Nochebuena blanca
para enseñárselo al Niño
que le esperaba en las pajas
del pesebre más lucido
de amor y lumbre dorada:
-Aquí te entrego, Señor,
una obra hecha de gracia;
te la entrego a Ti el primero
porque quiero publicarla.
El Niño Dios se rió…
y punto y raya.
-Publícasela ahora mismo
y espera a cómo te vaya.
No he visto autor más contento
con lo de que de él se haga.
a.sotopa@hotmail.com
918470225
No hay comentarios:
Publicar un comentario