martes, 18 de agosto de 2015

Romance de Valentía (Parodia)

Dedicado a la cogida en Huesca de Francisco Rivera (Paquirri hijo) por el  toro Freidor el 10 de agosto de 2015.

Vestido de azul y oro,

en Huesca y no en Pozoblanco,
quiere Francisco Rivera
que el toro le embista al trapo,
como su padre Paquirri
lo intentara hace quince años,
pero el toro le voltea
y ya en todo lo más alto
le abre en canal el abdomen
por lanzado y confiado.
En viaje a la enfermería
del coso redondo y bravo
le llevan los subalternos
aprisa, que está sangrando.
El doctor que lo recibe
no dice más que “milagro”
y limpiamente le cose
las tripas con diestras manos.
De la cornada del toro
el torero se ha salvado.
Esta vez no fue la otra
en sus términos exactos,
cuando Paquirri, su padre,
sucumbió ante el “Avispado”
y una Pantoja en la cárcel,
viuda le sigue esperando.
A pintarlo a su manera
a este Riverita guapo,
con los pinceles en ristre
que vuelvan Goya y Picasso;
que vuelva García Lorca
a rimarlo y a llorarlo.
La muerte es la vida misma.
De la muerte aún está a salvo.
El pueblo va  que se sale
de oles, de palmas y aplausos,
y es que hay que estar prevenido
y a la vez demostrar cuajo
en el teatro del mundo
tan socorrido y tan plástico,
por encima de los miedos
y por cima del espanto.
Espeluznante tragedia
la que nos da un arte sacro
en la inclinación del hombre
frente al vetusto morlaco.
La muerte no logró ser
aunque le saliera al paso.
Toreros de valentía
juegan su vida a diario,
y no por eso se asustan
ni a pie firme ni a caballo.
Quede en la historia la estampa
del Rivera Ordóñez guapo.
Si Hemingway le observara,
¿cómo haría su retrato?
Yo no soy Hemingway, pero
creo que he hecho mi trabajo.

918470225
a.sotopa@hotmail.com

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