Pequeño pero grande ruiseñor despertador
ha sido y es el cantautor
que les dio lustre y esplendor
a los oscuros años del férreo dictador.
Por teatros y plazas,
por bares y terrazas
soportando amenazas…
encandiló a tierras y razas.
Llamémosle Ismael
como al grumete fiel
del capitán Ajab aquel
que se enfrentó al Luzbel de ballenácea piel.
Paisano segoviano,
piano, pianito, piano,
ascendió al meridiano
Montmartre picassiano.
Y allí triunfó a las claras
entre otras “aves raras”
de gay trinar preclaras
en las auroras rosas, frescas, caras.
Hace ya cincuenta años y es de ley,
por sus canciones nobles del Pueblo y del Rey,
honrarle en la extensiva y acompasada grey
que le siguió y le sigue con majestad de buey.
¿A qué tanto homenaje
después del oleaje
si no olvido o ultraje
que sufrí viaje a viaje?
Eso dirá el poeta y encumbrado cantor,
pero aunque tarde siempre será mejor
testimoniar en vida su ejemplo seductor.
Ismael, Ismael…el tiempo es sabedor.
a.sotopa@hotmail.com
91 847 02 25
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