El agua corre sin tasa
y el río me sobrepasa
la rodilla.
Mayo aflora y se desflora
en tanto el verde se aurora
de campanillas.
Entre el cauce y la floresta
que a vigilarle se apresta,
cien niños al pilla-pilla.
¡Oh tiempo finito e ingrave,
que se va en un vuelo de ave
amarilla!
¡Oh tierra y agua exaltadas
por las hadas madrinadas
de la orilla!
Detened esta hermosura
que a morirse se apresura
de puntillas.
¡Ay, las flores
¿para qué tantos colores
de pacotilla,
si el mismo sol que las crea,
las desgasta, las nonea,
las desluce y las humilla?
¡Que pongan la otra mejilla!
T: 91 847 02 25
a.sotopa@hotmail.com
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