Manolito Prado,
cachondo mental,
fue con su novela
corriendo al Portal
donde Dios bajaba
al mundo mundial
el día más dulce
de la Navidad.
Y allí, ensimismado,
y sin más pensar,
se la dio a leer
al Bebé natal
entre pucheritos
de mamar, mamar:
-Toma, chico, mira
qué bien se me da
contar lo que pasa,
contar y soñar.
Hojeó el libreto
su Divinidad
y respondió al pronto
sin más observar:
-Que los cuervos piquen
las cerezas…va,
pero que me olvides
me sienta fatal.
Manolito Prado
se calló no más
y a Aranda de Duero
retornó a enseñar
la filosofía
de la época actual.
Y sigue que sigue
cumpliendo su afán
de escritor a tope,
punto y coma. ¿Cuál
será el libro próximo
de este ente social,
trufado de humor
y de amor carnal?
Ve te a ver, amigos.
Ni él lo sabrá.
91 847 02 25
Gracias Apuleyo
ResponderEliminar