Su resplandor es alargado y seguirá, desde la “segunda fila”, alumbrando el espíritu liberal conservador de muchos fans.
Un día la abordé en el Paseo del Retiro durante la Feria del Libro de Madrid.
-Soy Apuleyo.
-Ya lo sé. ¿qué quieres?
-Estrenar “Los amores del arcipreste” en las cumbres del Guadarrama.
-Eso está hecho. Espérate a que lo proclamemos Parque Nacional.
Era así: directa, comprensiva, ejecutiva, de una inteligencia expres.
Guardo sus cartas, porque contestaba siempre; no como otros, que no se dan por enterados nunca de nada.
Estoy
seguro de que ahora tendrá más tiempo para visitar su tierra familiar
segoviana, en la que su tío el poeta Jaime Gil de Biedma pasó algunos
veranos.
Yo
la espero en el estreno de “Los amores” en el Juan Bravo, y desde este
blog la invito a la que es, por derecho propio, Condesa y Grande de
España.
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