lunes, 31 de diciembre de 2018

Las uvas del "desencanto"

Ni La Pedroche desnuda
podrá darnos ilusión
esta Nochevieja chocha
que abre un Año Nuevo al son
de las doce campanadas
del reloj Puerta del Sol.
Se ve negro el diecinueve,
no asoma ni un resplandor
tras el túnel del dieciocho
que acaba de abandonárnonos.
Malos tiempos pintan, pues,
en el solar español
con pensiones demediadas
y trabajos sin honor
en el curro repartiendo
cerveza, coñac y ron
o cartas, móviles, libros…
de Segur y de Amazón.
Ni el pescado está vendido
ni se alegra el pescador
de las Costas de la Muerte
arrimado al malecón
porque las olas traidoras
pueden darle un revolcón
y echarle a perder las redes
de la gamba y el gambón,
los crustáceos, los mariscos,
el atún y el boquerón.
Hasta Teresa Rodríguez,
que es boquita de piñón,
ha hablado de “desencanto”
ante tal situación,
no solo de la intendencia
sino de lo que es peor:
el lío de Cataluña
que nos legaron Pujol,
Artur Mas, Torra el baboso
y el fugado Puchimón.
Que el año entrante nos coja
con ánimo pujador
para embestir la impostura,
la injusticia y la traición.
Arriba los corazones
con la sangre y la razón.
Nadie habrá de detenernos
en esa pura ascensión.
Año Nuevo, Vida Nueva,
Camisas Viejas… más no.
Rejuvenecernos es,
por tanto, una obligación,
cara al viento infortunado,
cara al norte y cara al sol
y que venga lo que venga
nos encuentre en paz y amor.
Españoles hasta el tuétano,
así es como os quiero yo.
Hacedme caso, os lo pido
de rodillas, por favor.
Ni un paso atrás. Adelante
los de babor y estribor.


918470225

1 comentario:

  1. Bueno es el comentario, mejor el trovador. Dios le de vida y que pueda verlo yo.

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