viernes, 21 de febrero de 2020

Versos monorrimos encadenados


Hablo y escribo/ de lo que veo.
Sueño asimismo/ con lo que he hecho.
Cambio de ritmo/ pero voy derecho
a lo que siempre quise/ pisar en seco
para no hundirme/ nunca en el cieno.
Amo lo que toco/ y lo que deseo,
oigo lo que quiero/ y escucho a los muertos,
como Lope de Vega/ y como Quevedo,
así como a otros / poetas nuestros
que dieron su vida/ y dieron sus versos
por alimentarnos/ el intelecto.
Palpo lo más duro/ y lo más blando y tierno.
A lo más nutritivo/ fácilmente me someto.
Lo mío son los nombres/ los adjetivos y los verbos,
mas no por este orden,/ los verbos los primeros
porque actúan y son/ como el motor interno
de las preposiciones/ y otros varios hilamentos subalternos.
Quede lo escrito/ como común recuerdo
de que aquí y ahora/ me encuentro en lo cierto
que significan las palabras/ que os he dispuesto.
Canto tangos y coplas,/ baladas y boleros,
en todos ellos pongo/ mis sentimientos,
tristezas y alegrías/ se juntan por momentos.
Todos, todos/ juntémonos,
Hagámonos un haz/ de trigo harinero
y un girasol/ mirando al cielo.
Con vosotros me incluyo,/ con vosotros me quedo.
Nada nos faltará./ ¿De acuerdo? De acuerdo,
como las rosas/ con los pétalos,
como las zarzamoras/ con sus quiebros sangrientos,
o como las olas / del mar en sus violentos
trastazos a las rocas./ Y tiempo al tiempo,
la más pétrea lección/ del líquido elemento.
Finis terre, finis versos.

918470225

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