martes, 18 de abril de 2017

La rana y el mocosuelo

Estábase una rana el culo calentando
al borde de un pausado y alegre riachuelo
cuando un pillo y patoso rapazuelo
que pasó por allí manoteando
la sorprendió tumbada al ras del suelo.
-¿Qué haces aquí desnuda? Le dijo, Y le fue dando
tientos y tientos en el cuerpo blando
hasta lanzarla al agua sin consuelo.
-Así estarás mejor, pensó el chiquillo.
Pero aquí no se acaba el cuentecillo.
La rana, que era buena pero no casquivana,
olvidando el maltrato recibido,
desafió al bandido
y le rogó de forma muy galana:
-Anda, chico valiente,
ven y nada conmigo, que el agua está caliente.
Y se tiró vestido,
sin dos dedos de frente a la corriente.
Fue tal el ruido,
tal el golpe, el coscón y el chapoteo
-si no lo veo, no lo creo-
que a punto estuvo de morir ahogado
el pobre desgraciado
y se acabó el recreo.
Menos mal que el batracio se apiadó
y su ayuda le dio.
Recibir bien por mal no suele suceder.
Eso es lo que a la rana le debe agradecer.


91 8470225

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