viernes, 20 de diciembre de 2013

Aurelio Labajo se enternece en Belén


Aurelio Labajo,

plumilla a destajo,

a Belén se fue.

Quería escribir

en su sinvivir

con amor y fe.

Era Nochebuena

y la luna llena

le alumbró al correr

tras de un Niño hermoso,

divino y glorioso

que estaba al caer.

Y allí se quedó

y le contempló.

Serraba José

una cruz de cedro,

evohé requiebro

para su Bebé.

Y Santa María,

mamara quería,

mamara Yahveh.

Aurelio Labajo

solo dijo: “Majo,

mama de una vez”.

a.sotopa@hotmail.com
91 847 02 25

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