para
marcharme a Segovia
a la que de
todo el mundo
acuden las
grandes glorias
del
parapente opcional
que sobre
ella vuelan, gozan
y dibujan
arcosíris
desde el
azul hasta el rosa
en toneles
de aspavientos
volanderos… ¡Quisicosas!
Me voy a
soliviantar
y me voy a
hacer historia
sobre sus
torres románicas
y su
acueducto de Roma,
sobre el Soto
del Parral
y su Virgen
protectora,
—la Virgen
de la Fuencisla
que acoge a
novios y novias
emparejados
a gusto
hasta la
vejez mortuoria—
Me voy a
montar en globo
desde Madrid
o de Soria,
desde
Valencia o Taiwuam,
o desde la
Patagonia…
El caso es
llegar a tiempo,
me darán
igual las horas
con que
atraviese el espacio
del aire que
se me enfoca.
Desde arriba
la veré
a mi querida
Segovia;
veré sus
torres alzadas :
San Millán
de la Cogolla,
San Martín
próximo a él
y el Santo
Tomás de ahora
con jardines
en la plaza
bajo las
aves canoras.
Me voy a
poner de fiesta,
me voy a
inflar la memoria
con los suevos,
los vetones,
las embarcaciones
nórdicas,
los
visigodos, -qué bárvaros-
y los hijos
de Mahoma,
aquellos que
derramaron
el califato
de Córdoba
con
Abderramán I
superponiéndose
a todas
las tribus
analfabéticas
de la reconstrucción mora.
A ello me
van a ayudar
las
maravillosas crónicas
de Diego de
Colmenares
escritas en
bravas prosas,
las que la
hicieron gentil,
tan insigne
y tan señora.
Me voy a
montar en globo,
me voy de
prisa a Segovia.
Acompañadme,
paisanos,
no
olvidaréis esta historia.
91 8470225
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