lunes, 30 de junio de 2014

Sonetillo del parado

Hoy tengo ganas de hacer
un soneto placentero
para aquellos que más quiero
y que no tienen qué hacer.

Pues leer, leer, leer,
que leer es lo primero
que debe hacer el parero
para este mundo entender.

El soneto o sonetillo
que les dedico es sencillo.
Sólo queda trabajar.

Corre, corre, que te pillo,
volandero pajarillo
que no paras de piar.

a.sotopa@hotmail.com
91 847 02 25

viernes, 27 de junio de 2014

Frases cortas para imaginaciones largas

Hablar es barato, pero muchas veces sale caro. Por lo que no pagas nada es por callar. Tiéntate la boca antes de abrirla.

Escribir es costoso; por eso la deuda que adquieres con el lector es mayor, y difícilmente te la perdonará si no le contentas o le sacas de sus anclados pensamientos con tus impertinencias.


Escribir es desahogarse en los otros para no ahogarse en uno mismo.


Al entregarte con tu pluma a los demás corres el riesgo de salpicarte con tu propia tinta.


De escritores bastardos están las papeleras llenas y las estanterías vacías.


Hablar por no callar es una de las más solemnes tonterías que solo los tontos se disponen a escuchar.


Dímelo una sola vez y no me lo repitas si a la primera no me interesó lo que dijiste.


Somos dueños de nuestros silencios, pero no de nuestras palabras, que se prestan a todo tipo de suposiciones. Incluso de aquellas que ni se te ocurrieron a ti.


El lector es tan escurridizo e imaginativo que lee lo que no hemos escrito.


Si te fijas mayormente en los adjetivos, destruyes o aumentas la esencia de los sustantivos.


Poner punto y aparte no significa que no tengas algo más que contar o describir. Cualquier obra bella se compone de fragmentos igualmente bellos. Y hay que descansar de cuando en cuando el codo para que el lector respire y recapacite también, al hilo de lo que vas trenzando, pintando o esculpiendo.


Ten paciencia. Nunca acabarás un libro perfecto. Y esa actitud es la que te mantendrá vivo y atento a continuos y nuevos detalles e ideas.


a.sotopa@hotmail.com
91 847 02 25

jueves, 26 de junio de 2014

Lamento de Magdalena

Ay Maleni, Maleni,
partida por el BEI,
sométete a la Ley.
¿Te vas porque te echan
o te echas a ti misma
por usar mal crisma?
De aquellos ERE torpes
de mala catadura
te pasan hoy factura.
Paga ya lo que debes
a Andalucía hermosa
y no seas morosa.
Dinero no te falta,
que forrada te ausentas.
Y, por favor, no mientas.
Detrás de ti anda lista,
vaya como te vaya,
la justa juez Alaya.
Y España entera quiere
que des la cara ahora:
demuestra ser señora.
No valen las palabras,
valen los hechos ciertos
de tus falsos conciertos.
Acoquina, acoquina;
te has ganado la pena,
gimiente Magdalena.

91 847 02 25

a.sotopa@hotmail.com

miércoles, 25 de junio de 2014

Decires por San Juan

Por San Juan, noches cortas y espigas de pan.
Por San Juan, días largos y redondos más que un pan.
Por San Juan, amores vienen y amores se van.
Por San Juan, el pasado a quemar y olvidar.
Por San Juan, en la ermita del santo a rezar y bailar.
Por San Juan, empezar a cosechar.
Por San Juan, campanillas de alegría, din don dan.
Por San Juan, en viejos tiempos la zocata a empuñar.
Por San Juan, madrugar y segar antes que el sol quiera alumbrar.
Por San Juan toca a misa de alba el sacristán.
Por San Juan, cuando las mozas se atreven a casar.
Por San Juan, cuando Cupido tiene trabajo de más.
Por San Juan, una novia, dostrescuatrocinco. O más.
Por San Juan, triqui, triqui, triqui, tran.
Por San Juan, no dormir, sí despertar.
(Y ahora, lectores, a seguir rimando, que yo me quedo…descansando)

91 847 02 25

a.sotopa@hotmail.com

lunes, 23 de junio de 2014

Relevo


En la carrera olímpica
por llegar al consenso
político y social
de España pueblo a pueblo,
con la anuencia explícita
de Senado y Congreso…,
cediendo la Corona
a don Felipe VI,
ha sido el triunfador
Don Juan Carlos I, 
preboste borbonáceo
cansado, triste y viejo,
después de recorrer
un ancho y feliz trecho
en el que España ha sido
la lumbre del progreso.
¡Bienvenida la antorcha
que iluminará al Reino
en plena democracia
ya lejos de otros tiempos
torturados con tantos
y falsos elementos
que la postraron, ay,
con un bastón postrero!
Todos con él asuntos,
con don Felipe VI,
joven bien preparado
para el ritual relevo;
todos con él, paisanos,
excepto algún escéptico
tricolor antiguado
o joven inexperto
que no quisieran darle
su mano o sus respetos.
Y ahora, que él afronte
la verdad por derecho,
ahora a conquistar
nuevos y amplios anhelos,
ahora a reciclar
la monarquía duelo a duelo,
con acciones puntuales
a lo diestro y siniestro.
De palabras no corren
más que el aire o el viento
murmurando en las hojas
caducas del tempero.
Un momento. Pensad
que la continuidad lleva el acento
de la mejor manera
de escribir el fragmento
que nos toca escribir
a nos y a él sin riesgos
como carne con uña,
como alma con cuerpo,
como los ciudadanos 
de un país en concierto.
A sus plantas, Señor
Alto Felipe VI.
España está en camino,
y con Vos, por supuesto.


91 847 02 25

viernes, 20 de junio de 2014

Días y días

Hay días tan dorados
que desbordan el cielo
de la luz en la mano
como un Toisón al pecho.
Yo los cojo y los vivo
y a la vez los reservo
para cuando ya nadie
quiera acordarse de ellos.
Hoy, hoy es ese día
que me infunde respeto,
una alegría bárbara
y un impulso de aliento
con la proclamación
de Don Felipe VI,
que asume la Corona
con aplausos del pueblo
repartido por todo
su especular trayecto
del Congreso jerómino
al palacio del reino,
su altura a la mirada
en rol roie descubierto,
para allí, en el balcón,
asomarse diciéndole:
“somos un país fuerte,
somos uno y diverso”,
manteneros conmigo,
que soy buen marinero .
Hay días tan maduros,
tan colmados y bellos,
tan claros y profundos,
tan tiernos y soberbios
que uno solo desea
que fueran siempre ciertos
tal cual hoy, que nos saben
a miel, puerco y cordero,
pero son flor de un día
que se irá a tomar viento
en cuanto circunstancias
adversas cojan vuelo.
Que nunca sea así,
que estamos muy contentos
con que la democracia
se imprima en nuestro suelo
como seña monárquica
y ya para los restos.
Nuevas generaciones
tienen en eso empeño.


a.sotopa@hotmail.com
91 847 02 25

miércoles, 18 de junio de 2014

Acuarela del río Guadalix, que baja desde cerca de Segovia hasta Madrid



El río de Guadalix
es un río de aguas torpes
emparejado al poblado
que gasta su mismo nombre
en el valle Guadarrama
donde se reclina el monte
central de la cordillera
que parte en dos tierras y hombres
de Madrid y de Segovia
unidas en otro entonces,
con un cuchillo de hielo
y una dureza de bronce.
Se destila en el invierno
y en el verano no corre,
de modo que no hay manera
de que la gente se moje
de arriba abajo los cuerpos
durante las vacaciones,
ni los campos le reciban
porque no riega, demontre.
A la vera del riacho
va un camino blanco y pobre
que por no tener no tiene
ni florecillas consortes,
sino cardos, zarzamoras
y algún que otro chopo borde,
por donde trotan, pasean,
sueñan y juegan sin orden
mahometanos y católicos,
viejos, niños, damas, jóvenes,
que hacen de su capa un sayo
y del río una hecatombe.
Piedras y algas se disputan
sus remansos remolones
en los que verdes alisos
creyéranse faraones,
pero son simples arbustos
que ni Dios ni el Diablo oyen
cuando el viento por sus ramas
silba una canción de amores.
En las orillas del río,
que agradables se suponen,
ladridos de perros suenan
y alucinan entre olores
de caballos relinchantes
que se mezclan retozones
con gallinas ponedoras
y con  ovejas insomnes
ramoneando hasta el último
tramo de yerba que brote.
Una limpieza de fondo
y superficie, señores,
merece este río impuro,
de casta y memoria nobles,
pues latas, plásticos, trapos,
palos, botellas, jergones…
le lastran como un insulto
con incitantes vapores.
En términos coloquiales:
lo único bello es su nombre.
Por eso, a pesar de todo,
dejadlo correr, si corre,
que el agua es la vida y vida
respira el que a ella se acoge.

(La intención de este romance
no lleva mayor importe
que la de servir al pueblo.
Así se lea y se anote)

91 847 02 25

martes, 17 de junio de 2014

Travesuras con el idioma


Todos los días se acaban antes de tiempo.

&&&&&&&


Cuando me levanto, ya están esperándome los pájaros.


&&&&&&&


Las flores encapullan despacio y en silencio para que no se les note con qué cuidado se pintan.


&&&&&&&


Los árboles de la ribera se tiran al agua para refrescarse y contemplarse  como Narcisos.


&&&&&&&


En el monte las encinas parecen matronas agachadas y pasmadas.


&&&&&&&


La naturaleza no sólo es como es sino cómo la vemos. Por eso cambia sin moverse.

a.sotopa@hotmail.com
91 847 02 25

lunes, 16 de junio de 2014

Oda a Felipe VI en el día de su proclamación, coronación o entronización

¡Oh Vos, el esperado y preparado
Rey de España en los tiempos del futuro:
bienvenido seáis al pueblo recio,
resistente y feraz. Yo os saludo!
Y conmigo la inmensa mayoría
de pobres y políticos de turno
que intentan reencontrar en la Corona
un armónico y móvil contrapunto
a la desfachatez, la corrupción
y el todo vale o totum revolutum
que a parte alguna buena lleva y queda
sino al asuntatimiento del absurdo.
No es así, tú lo sabes y lo enseñas
con un comportamiento fiel y justo.
Unido a una Letizia de la plebe
- injerto sin dudar grato y fecundo-
serás para el país una esperanza,
un imán al que asirse bien seguro.
Aceptamos la nata Monarquía
porque en ella se asienta el orden público,
porque ansiamos templanza en libertad,
porque somos diversos pero unos
y porque del pasado, ay, aprendimos
que no debemos ir de tumbo en tumbo.
Manténnos al amparo de tu regia
voluntad de  estar todos listos, juntos
en pos de un porvenir prosecutivo
hacia la democracia en su conjunto.
Felipe VI eres y serás
mientras los ciudadanos, que no súbditos,
aprecien lo que vales, lo que intentes
y lo que a la nación convenga adjunto.
Entonces, qué ilusión, qué primacía,
qué volver a empezar y cuánto orgullo
sentirse copartícipe de un Príncipe
que repartió su sangre azul al vulgo.
El Jueves Corpus Christi de Dios mismo
te acercarás al pueblo en un trasunto
de tu padre Juan Carlos, el Primero
que dio a la democracia estampa y curso
y desde el barandal de un nuevo Oriente
veremos relucir el sol del triunfo,
aquel que los católicos reinados
extendieron por el tan ancho mundo
que la historia escribiera en letras de oro
con Felipe II, ley en puño.
Muéstrate recipiente y generoso
y otorga facultades e indultos,
que de ellos nos haremos responsables
y de ellos resta aún un alto cupo.
Que la griega Sofía, Reina y Madre,
te guíe en tal asunto peliagudo,
y que sigas al frente de la brújula,
gentil, altolozano e impoluto.
Esas son tres certeras bellas artes
y ese es uno de tus fijos tributos.
Con lucidez, mesura y jovianía,
que te vaya bonito, rey asunto.
No nos defraudes, pues que va tu vida
en no ser ya de nadie nunca muro.
Tú siempre el astro, el cónclave, la unión,
la compostura, el ring, la paz y el vínculo
ante la insolidaria predisposición
a hacerse cada cual rey Sisebuto.
No caben en España otras torpezas,
ni las del catalán ni las de Urkullu.
Por un reino de paz, concordia y lumbre,
mi canto endecasílabo concluyo.
A Vos, único prócer y estratega,
corresponde ser árbol, flor y fruto,
capitán timonel, motor, velero,
contramaestre, puerta, puerto y punto.

a.sotopa@hotmail.com
91 847 02 25

viernes, 13 de junio de 2014

Flagrante Madrid


(Un canto a la mirada del escritor y del lector)

Mirar Madrid. Eso es lo que ha hecho José María Blanco Corredoira con una vista perspicaz y apasionada, en carne propia y pisando sus calles, plazas y rincones. Y admirando y contemplando sus monumentos, sus jardines, sus estaciones de autobuses y trenes. Y el ruido y el silencio y la cara toda de la megaciudad se le han impreso en el alma. Y lo ha soltado en versos como rúas o ríos, en rosarios de palabras sensibles y sonoras. El libro que hoy nos entrega es también como una acuarela.

No hay escritor que no sea observador. Ni tampoco pintor. Ni tampoco lector. Mirarse a sí mismo, contemplar la naturaleza y fijarse en sus semejantes es la condición sine qua non del artista, a lo que dedica horas y horas, días y días, hasta perfilar su obra. Mirar y volver a mirar, con insistencia, con meticulosidad, con los cinco sentidos y no sólo con el de la vista. Por el oído nos entra el canto de los pájaros, que aumenta la belleza de sus plumas. Y así podríamos seguir divagando respecto del tacto, el gusto o el olfato. Y el sentimiento, por supuesto.

He aquí un hombre todo pensamiento y acción, voluntad y corazón, porque la escritura exige la potención de los músculos y de la mente a un tiempo. A Unamuno, Ortega u Azorín se les ocurrían las mejores frases andando, paseando, según confesión propia.

De niños ya nos instigaban a mirar, “mira, mira”, nos decían, cuando el mundo entero empezaba a ser un espectáculo genial. Y con los ojos, antes que con la boca, le expresábamos y reproducíamos. José María sigue siendo ese niño madrileño y se ha retratado paso a paso por su antiguo poblachón manchego que diría el otro, siguiendo las enseñanzas de su maestro Urdiales.

Pero dejadme que cante en un romancillo sus andanzas y peripecias de pobre Diablo Cojuelo, de perrito faldero o solitario, de señorito capitolino, de guía turístico, según dónde, cuándo y cómo.

Empiezo

Apuleyo Soto

(Romancillo declamado en honor del autor, José María Blanco Corredoira, durante la presentación del libro, que tuvo lugar en la Biblioteca Eugenio Trías del Retiro madrileño el 13 de junio de 2014)

Blanco Corredoira,
azor o neblí
de los entresijos
de la Corte en lid,
presenta esta tarde
“Flagrante Madrid”,
testimonio in situ
por ver y vivir
cómo una ciudad
cambia de perfil
a lo largo y ancho
de su devenir.
No hay pluma dorada
de Homero hasta aquí
que empeño tan alto
pudiera cumplir
ni en Troya ni Atenas
ni en Roma o Gadir.
Pero él lo ha intentado
con verbo fabril
y ser su escudero
me ha tocado a mí,
que soy su maestro
o él lo cree así
desde que una tarde
de mayo o abril
al mundo poético
sus ojos abrí 
en el Ciudalcampo
colegio feliz
donde se instruía
este galleguí.
Gracias, Corredoira,
alumno preuí,
por tu confianza
y la mía en ti.
Hoy que en el Retiro
te muestras mi alfil,
quiero devolverte
lo que te debí
tras años de empeño
gratiabogacil.
Y ya entro en el libro
“Flagrante Madrid”,
tu fuerza expansiva
matriz y motriz,
que me ha demostrado
lo que da de sí
el amor llevado
hasta el haraquí.
Madrid escribano
de letras mil mil,
Madrid cervantino
lopedeveguí,
tirsomolinero
y calderoní,
Madrid Manzanares
río ruin, ruin, ruin,
por el que van llenas
cubas tan ten tin
nadando en el agua
turbia al ralentí,
Madrid vinatero
y carpinteril
de la Cava Baja
y el barrio San Luis,
Madrid en quien suenan
flauta y tamboril
retumbando a pares
de solfas en mí,
Madrid recurrente
desde Almutamid
y desde las Cuevas
bandoleras y
desde la Almudena
que abatió el Buen Cid,
Madrid, torre fuerte,
castillo y pensil,
hotel y pensión,
banco y campanil,
cabaña y palacio,
acacia y jardín,
museo y milagro
del ferrocarril,
terraza solera
de fino gin-fizz,
Madrid de zarzuela,
Madrid de marfil,
Madrid violetero,
Madrid vodevil,
Madrid castañero
castizo invernil,
Madrid primavera
de pitiminí,
Madrid veraniego
y pisciniagüil,
Madrid de farolas,
Madrid del candil
en que los serenos
al cuerno lunil
echaban el cierre
a las chicolís,
Madrid vallecano,
Madrid tetuaní,
cheli, cheli, cheli,
carabanchelí,
Madrid milla de oro,
Madrid Chamberí,
Madrid de Vaguada,
Madrid borreguil
por Sol y Mayor,
su viejo carril,
Madrid de Pradera
goyesca o goyí
en la que bailar,
ay, al aliguí
con Casta y Susana
un lento chotís,
Madrid, rastro inmenso
cuchiribitil
con las greguerías
del Ramón rubí
en el Café Pombo
de viva la nuit,
Madrid de hombres célibes
y de travestís,
Madrid Malasaña
almodovarí
y Medinaceli
del Cristo alhelí,
Madrid a la brasa,
Madrid al pil pil,
Madrid a la última,
Madrid flor de lis,
Madrid señorío
vibrante y gentil
por Plaza Castilla
y de ella al confín
de la india América
protopotosí, 
o por Plaza Ventas,
la mudejarí
en la que los toros 
doblan la cerviz
embistiendo a un trapo
rojo carmesí,
con ímpetu noble
todo frenesí,
sabiendo que mueren,
qué bello morir, 
Madrid matadero,
Madrid mesonil,
Madrid teatrero,
Madrid danzarín,
Madrid de arrabal,
Madrid venatriz
del Pardo y Viñuelas
tras el jabalí,
Madrid caballero,
Madrid meretriz,
Madrid del Parnaso,
Madrid toronjil,
Madrid mentidero
de coplas sin fin,
Madrid, alto hipódromo
de grupa cueril
en que las apuestas
cambian de cariz,
Madrid, Residencia
de Lorca, Dalí,
Buñuel, Juan Ramón,
Machado, Pepín…,
Madrid, punto cero,
Madrid, pedigrí
de gatos garduños
y segovianís
frente al moro Muza,
un chisgarabís,
y Pepe Botella,
ni un grano de anís.
Madrid, oso alzado
en madroño vil,
Neptuno y Cibeles,
delfina y delfil
para que reales
y atléticos mil
celebren sus fiestas
de copas, chin chin.
Madrid Alcalá,
Madrid, oh, Madrid…
es la cuadratura
del corredoirí
don José María,
docto bisturí
trazando la línea
cordial bisectriz,
del Prado a San Blas,
de Atocha a San Gil,
de Cuatro Caminos
al Palace y al Ritz,
o de Fuencarral
a la calle Prim,
todo es capital,
todo es Mageriz.
Y Blanco lo expone
como un gran tapiz,
flamenco o granjeño,
de un u otro matiz
en versos brillantes
de honda raíz
con gracia de amor
y ternura afín.
Que el Sexto Felipe
con Letizia Ortiz
-rey bien preparado
y reina sutil-
lo realcen más
para el porvenir,
cual Carlos III,
supremo alcaudil
de la Villa y Corte,
hizo porque sí.
Me callo y me siento,
ya sin retintín.
Ahora, si queréis,
conmigo aplaudid
y a la su caseta
prestos acudid,
firmará ejemplares
con un boli añil,
añil velazqueño,
que ese es su perfil:
¡Flagrante poeta,
flagrante Alfanhuí,
flagrante Cronista,
“Flagrante Madrid”!

91 847 02 25

jueves, 12 de junio de 2014

Romance heroico del Rey Juan Carlos I al abdicar la Corona


Metido en el retrete de palacio

tras renunciar al trono por amor,

con entera consciencia y diligencia

voy a hacer al desnudo confesión.

No es más que un desahogo repentino,

tomároslo con calma y buen humor,

dos virtudes que siempre he practicado

con paciencia y encanto socarrón.

Pues ya hablaron de mí los ciudadanos,

a veces con impúdico valor,

quiero que con idéntica prestancia

se atengan a mi propia y real voz.

No soy más que ninguno ni tampoco

deseo despojarme del honor

con que me revestí de luz sirviendo

orgulloso y feliz a la nación.

Que hubiera en mi reinado tropezones

ciertos como elefantes ¿por qué no?

Soy humano, tremendamente humano,

pero pedí con lágrimas perdón

y la masa social mayoritaria

con plenaria indulgencia me aceptó.

Lo que no me parece de recibo

ni pienso recibirlo, por Señor,

es el trato humillante y negativo

de simple o simplicísimo Borbón

con que algunos muy mal intencionados

intentan esparcir niebla a mi Sol,

puesto el pie en el estribo y decidido

a que reluzca impar la Institución.

Quita allá, pueblo mío, esa estulticia,

que Yo fui tu Supremo Embajador

ante el oro-petróleo de los árabes

y ante toda la América de Dios.

Los resultados a la vista están

con el AVE a La Meca de un tirón,

la amistad con el negro de alma blanca

 o los besos al primo de primor

(me refiero a Marruecos con templanza,

no lo invoquéis a mal, que fue crisol

de nuestra raza hispano-visigótica

frente a Tarik, Mohammed o Almanzor).

No espero entre vosotros disensiones,

tan árbitro es Felipe como Yo,

Felipe es de raíz monorgamática,

católica, austrohúngara y borbón.

Yo os lo entrego dispuesto al sacrificio

en el altar de mi renunciación,

que me ha costado trances dolorosos

como el “23 F” inserructor

o los muertos de Atocha y otros tantos

que con Adolfo Suárez me ocurrió .

Jugad a mantener las tradiciones,

no me rompáis, por Mas, el corazón.

A mí dejadme en paz con la Corinna,

que la conozco bien y es un bombón;

después de cuarenta años en el trono,

Sofía con Irene irá mejor.

A la Reina, que no se la desflore

con cuentos o con cuentas alimón,

pues ha sido “partenos” periclana

sosteniendo mi polvo encoñador,

igual que una cariátide impertérrita

en mármol de ateniense Partenón.

Por griega y ortodoxa y musical,

dejadla a su incumbencia, por favor,

ya que a ella le debo cuanto he hecho

como español, tozudo españolón,

en corridas de toros en Las Ventas

 y en ocasiones varias sin rubor.

Bastante me ha sufrido día a día

para que la retenga cara al sol.

Detrás de nuestros muertos vamos todos,

nuevas generaciones van en pos.

¿Qué deciros del bi-bipartidismo?

Que su estabilidad no es coja opción

para dar relevancia de unidad

al alto y preparado Sucesor

que es mi hijo Felipe, gran muchacho

maduro con Letizia... y Leonor,

Letizia, una plebeya de la plebe

que a ser parte castiza se atrevió

y está resplandeciendo de grandeza

al brazo de su amante seductor.

Libertad y progreso os concedí,

continuadlos con determinación.

Sólo la economía da reposo

a un país inconstante y bullidor

que amenaza con irse a la puñeta

por el paro que parará Rajoy.

Mal camino sería disolverse

en referemdums cien sin ton ni son;

mal camino seguir a la deriva

tras señuelos que causan estupor,

como ese del Pablemos coletilla

con maneras y temple de empollón

que se ha alzado a la grupa del 15-M

superasambleario embaucador;

mal camino saltarse a la torera

la Ley que nos protege a vos y a Nos;

mal camino quemar la nave regia

que tantas marejadas solventó.

Podemos y debemos ser gigantes,

apartad de vosotros lo peor.

No me alabo Yo solo, me alabaron

los pobres y los ricos con razón

porque fui timonel bien avezado

en sortear escollos a favor.

Disculpad que lo diga, pero es claro

que a todos acogí en la embarcación

hacia un rumbo no antes recorrido

ni a vela ni a remolque ni a vapor,

y con mano segura y tino fijo

a buen puerto os llevé sin dilación.

Entiendo que se extienda en torno a mí,

ahora que me canso y que me voy,

una oculta tristeza para unos,

para otros, un tibio resquemor.

No temáis, adelante, sed valientes,

no me paguéis con la desafección.

Parece que es de cisne mi cantata,

pero no, pero no y más pero no.

Al pueblo soberano tuve en cuenta

por causa de mayor estimación,

y es que el pueblo es la brújula del Norte

que se mueve a babor y ¡ay! a estribor

y conviene atender sus movimientos

desde el puesto de mando sin tensión.

Borrón y cuenta nueva si es que en algo

os defraudé ignorante o por error.

Que enfiléis la inmediata singladura

por la senda de la Constitución.

Me voy pero me quedo oído atento

a vuestro impulso fiel renovador.

Todo pasa en la vida verdulera,

todo pasa y se apaga la pasión;

pasaron las delicias y las penas,

mi tiempo en contratiempos se pasó;

salvando las distancias me tendréis

aunque sea apoyado en el bastón.

Que de este soliloquio discretísimo

se desprenda mi fe en vuestra labor.

Gracias por soportarme hasta el final.

Me encuentro viejo y torpe. Adiós, adiós.

Ya quieto en mi retiro cartujano

consideradme un moderador.


a.sotopa@hotmail.com
91 847 02 25