I
Mi loro es repetitivo,
pero aún así yo le adoro
porque es mi loro.
Mi loro canta cautivo
la canción del prisionero
a su captor primero.
Mi loro es que es adictivo
a dejarse cautivar
y luego hablar.
Mi loro no es prohibitivo
de nada. ¿Por qué seré
yo igual a él?
Mi loro se muestra altivo
en barrotes carcelarios
¡manda ovarios!
Mi loro, por el que vivo,
me mantiene siempre al loro
listo y canoro.
Y tanto es lo que recibo
de su insistente parlar,
que me tengo que callar.
II
En este mundo impostor
nada es verdad ni es mentira,
todo es según el color
con que a Europa se la mira.
En esta España revuelta
todo puede ser posible
como que demos la vuelta
a la antes apetecible.
En cada persona suena
cada día algo distinto,
una de cal y otra de arena,
una de blanco, otra de tinto.
Pues cuña de mal asiento
lo mismo en España acuña
que se asienta en Cataluña
con displicente contento.
III
Te quise mientras te quise,
ahora no me pidas cuentas,
que las vise quien las vise,
tú ya a mí no me contentas.
Pues que me alejé de ti
¿a qué tanto suspirar
si me debes más a mí
que al amor con que te vas?
Anda y que te den aquello
que yo nunca supe darte:
cariño y dinero, cello
por el que bien amarrarte.
Acabada la pasión
no hay que pedir nada a cambio,
ya le basta al corazón
con que se encuentre un recambio.
a.sotopa@hotmail.com
91 847 02 25
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