miércoles, 30 de abril de 2014

La mujer que me trae a maltraer

Siempre te digo lo mismo.

Siempre te cojo fumando.

Siempre te vas evadiendo

mientras yo te estoy buscando.

¿Hasta cuándo, ilusionista,

señora mía, hasta cuándo?

La vida es humo, lo sé,

y humo en ti estoy aspirando.

Mas si respiro es que vivo

y si vivo y sigo amando

es que el humo no me mata

muerto de amor suspirando.

Dame la mano y no vayas

detrás de otros tanteando

porque ya me acostumbré

a verte siempre fumando.

a.sotopa@hotmail.com
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martes, 29 de abril de 2014

A la mujer desde el fallido paraíso terrenal

Curiosa, vergonzosa, temerosa y envidiosa es la mujer

como más o no más se pueda ser.

Ya allá en el Paraíso

hizo de Adán lo que mal quiso:

la manzana morder

a instancias de Luzbel,

el ángel sublevado y encarnado

y a fuego condenado,

en serpiente de bífida lengua larga y cambiadiza piel.

Fue entonces Dios quien dijo,

el Dios amenazante de Israel

resplandeciente y fijo,

“parirás don dolor, Eva eternel”.

Hasta hoy que la ciencia

médica con paciencia,

tacto y prudencia

le abrevió de la culpa que le impuso Él,

nuestro siempre adorado, crucificado Enmanuel.

Culpa tendrá también el pobre Dios en el fracaso del Edén).

(Nota al pie:

ahora van y me cascan las feministas de FEMEN)

a.sotopa@hotmail.com
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lunes, 28 de abril de 2014

Camino de la lengua castellana

San Millán de la Cogolla,

Santo Domingo de Silos,

Valladolid, Salamanca,

Ávila y el henarino

Alcalá en el que Cisneros,

Quevedo y el cervantisco

Quijote-Sancho Miguel

escribieran libro a libro

 sus andanzas caballeras

desde el prístino latino

que ha perdurado hasta hoy

y perdurará en los siglos.

A ellos adjunto a Lope

de Vega, el preste divino,

y Teresa la andariega,

que de castillo en castillo

interior fue con San Juan

de la Cruz hasta el delirio

de las expresiones místicas,

arrobadas por el Cristo

al que amaban con pasión

de luz de Dios encendidos.

Caminito de la Lengua,

¡ay, qué hermoso caminito,

marcado en silvas y liras,

odas, trenos y epinicios

más trovas de dulce son

por cima de las de Ovidio!

Yo quisiera estar con ellos

y rimar como es preciso

con los dones de la lengua,

expresivos, claros, limpios,

cual las níveas cuadernas

en que oficio mis escritos.

Las musas me den sus gracias,

que yo seré su testigo

como lo fueron los muchos

poetas que antes lo han sido.

Lengua que brota del pecho

como un río de suspiros,

asísteme, madre mía,

pues que me apoyo en tus quicios.

A cantar, digo a mis labios,

y mis labios, digo, digo,

repiten igual que el eco

las canciones que respiro.

Quedo con vos, compañeros,

quedo con vuestros hechizos

hasta morirme de amor,

que mientras escribo, vivo.

¡San Millán de la Cogolla,

Santo Domingo de Silos

y etcétera, etcétera, etcétera…

siempre en camino, camino!

a.sotopa@hotmail.com
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viernes, 25 de abril de 2014

Silos contemporáneo



Arte en piedra de belleza,

miniatura de albas y oros,

pájaros altos, canoros,

arroyos de ligereza.

Salta la Calle Mayor

por el centro de la Villa

como saltara una ardilla

de árbol en árbol con sol.

Por el arco de San Juan

la selva del monasterio

adquiere un carácter serio

de ciprés y de misal.

Domingo de Ramos es

con Dios en el tabernáculo,

que ya llegará el cenáculo

y el huerto-olivo después.

Los monjes salmodian suaves

versículos de David,

es el cáliz de la vid

sangre santa, pura y grave.

¡Ave, ave, ave, ave,

Virgen María, Señora,

tú, la hermosa Ruiseñora,

esa hora Clave y Llave!

Volveré a Silos, Sial/

Fuger libro y Pigmalión,

donde sentir la emoción

de un encuentro sinigual.

Silos, Camino y Ventura,

hunde hasta la empuñadura

tu espada en mi corazón,

y oye mi pobre oración.

a.sotopa@hotmail.com
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jueves, 24 de abril de 2014

A la vera del Trinity College

Abril entre saúcos,

granazón de nieve,

racimos de las ramas

colgados en el éter.

Pasan niñas y niños

por la acera de enfrente

del colegio bilingüe

rodeado de césped.

Arriba vuelan pájaros

de plumón breve

picoteando el sol

de oro perenne.

Y madres, padres, profes

alzan sus brazos verdes

en busca de enseñanza

y educación para los peques.

¡Vida escolar abierta,

alumno quién lo fuese!

a.sotopa@hotmail.com

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lunes, 21 de abril de 2014

Literatura o vida



Literatura o vida. Esa es la cuestión que os propongo. ¿Hay

que escoger una frente a la otra? ¿Y cuál de las dos? ¿Cuál es

la primordial y fundamental, a la hora de sentirse íntimamente

realizado? Dubitaria es la respuesta. Trataré de aclararme y

aclararos lo que juzgo positivo.

Esta disertación leída el Domingo de Ramos en el V Seminario

Internacional “Silos14”, en el que participamos unos cincuenta

escritores, no cumple los requisitos de una ponencia en forma y

documentación adecuadas, no es un estudio sesudo y crítico que

haya que tener en cuenta del todo sino en parte, no es una doctrina

dogmática obligatoria de creer…Pero puede ayudar a comprender

el misterio de la creación literaria.

Se trata más bien de una plática un poco retórica, de una

divagación de primavera al estilo socrático, de un cuento

bocachiano sin aliciente erótico, de una panoplia de sugerencias.

En este ancho espacio de debate, lo relativo resulta esencial.

En la literatura como en la vida… el terreno es resbaladizo, se

pasa de un lado a otro en un pispás, se integra o se desintegra, se

junta o se separa, te pegas trompicones y topetazos…estás casi

siempre en el borde, en el filo, en la inopia y en el no sé sabe qué,

balbuceando...

Lo que lanzo, pues, a la consideración sosegada de la mente es

un borbotón de sensaciones y emociones, un montón de trigo

de posibilidades, anécdotas y vivencias, una especie de carta de

navegación en el piélago de la existencia del autor…,y no nada

reglado por un pensamiento cartesiano, del que, lamentablemente,

carezco, no me cabe en la cabeza, por mi educación sentimental a

lo Flaubert.

Literatura o Vida, con mayúsculas ambas, me obsesionan desde

la adolescencia granadina en que me sentí poeta por primera vez,

con catorce años en el cuarto curso del Bachillerato Elemental de

entonces, que se cerraba con una reválida de armas intelectuales

bien aferradas/amarradas en la memoria.

Poeta es mucho decir; versificador y basta. Yo era ya más pasivo

que activo, más interior que exterior; me gustaban los juegos

de la inteligencia y las honduras pasionales del corazón, más

que el driblar el balón con los pies o encestarlo en la canasta

con las manos. Y gimnasia, la mínima. El plinto y el caballo me

quedaban a la altura de los testículos y era francamente temible

y doloroso saltarlos o más bien asaltarlos. No lo conseguí nunca

en mi internado estudioso de La Salle, congregación de frailes

dedicados exclusivamente a la enseñanza, los mismos que en el

Quito peruano adoctrinaron en las primeras letras y caligrafías al

posterior Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa. (Volveré a citarlo,

sin duda)

Salía yo siempre a los recreos y a los paseos de fin de semana

–el asueto caía en jueves- con una libreta en el bolsillo de los

pantalones bombachos. Había que redactar, concentrar, tomar

nota, recordar… los vericuetos del camino y los aconteceres de

la estancia festiva ¡Con qué mimo y dedicación me fabricaba

autónomamente esos artefactitos prodigiosos que yo llamaba

libritos de uso particular! Partía las cuartillas en cuatro trocitos

apaisados más y apretujaba el montón con un par de grapas

o una alambre corrediza. Y recogía palabras nuevas en ese

minidiccionario y con ellas componía versos, aforimos, refranes y

proverbios.

Hoy mismo soy más de despacho que de calle, más de libros que

de deportes, más estático que dinámico, soy hombre de mesa

y pluma, aunque frecuento los viajes rurales, no urbanitas, por

montes, ríos, valles, llanuras y páramos. Amo el andar de pasada,

pero suscribiendo lo que advierto en el sendero y conversando

con cualquier tipo de gente, ancianos en especial. Para aprender,

no dejar de aprender en ningún momento. No soy un hombre de

acción ( a lo Baroja) sino de pasión ( a lo Rubén Darío). Romero

solo (a lo León Felipe). ¿Novelista? No. Aunque llevo el espejo, y la

grabadora, y la máquina de fotos. Ensayista o articulista me definiría

mejor. Y poético, lírico, literario, eso sí. Verdad y belleza en armonía

conjunta.

Un día en mi vida, que no es la de Iván Ilich, podría resumirse así :

Los días ordinarios me prometo

Seguir desde el levante de la aurora

Un programa, una ruta, y hora a hora

Con disciplina a ellos me someto.

Los días ordinarios soy discreto:

Tomo un par de cafés con la señora,

Pongo al tiento la mano escribidora

Y en la pantalla de internet me meto.

A mediodía paro y, brilladora,

Una copa de whisky me receto

Con el bien parecer de la doctora.

Vuelvo al tajo, corrijo el mamotreto,

Como, leo, paseo entre la flora

Y así se me va el día en un soneto.

Literatura o vida, repito. Pero ¿por qué tengo que elegir? Elijo

el binomio completo el sintagma total, sin contradicción en los

términos. ¿Amar a una y preterir a otra?, ¿quedarme con la mitad

y no asumir la totalidad? De ninguna manera. Como Teresita de

Lixieux, yo no me conformo con una parte solo. Recordad. Cuando

le dieron a escoger a la santa francesita entre una muñeca u otra,

escogió el paquete entero: yo también lo quiero todo: la literatura y

la vida, juntas, inseparables, subsumidas. Si no escribo, no vivo, ya

lo manifestó por mí Lope de Vega (Volveré a él, por supuesto).

Transcribo con parsimonia uno de sus reveladores sonetos, tomado

de mi “Lope para niños (Ediciones de la Torre, colección Alba y

Mayo, 1986):

Ir y quedarse, y con quedar partirse,

Partir sin alma, e ir con alma ajena,

Oir la dulce voz de una sirena

Y no poder del árbol desasirse.

Arder como la vela y consumirse

Haciendo torres sobre tierna arena;

Caer de un cielo, y ser Demonio en pena,

Y de serlo jamás arrepentirse;

Hablar entre las mudas soledades,

Pedir prestada, sobre fe, paciencia,

Y lo que es temporal llamar eterno;

Crear sospechas y negar verdades

Es lo que llaman en el mundo ausencia,

Fue en el alma y en la vida infierno.

El campo hasta el final del horizonte, que se amplía y aleja al andar

en vez de acercarse, unido al campo infinito del folio en blanco o

la pantalla cristalina universal del internet…son mis querencias

favoritas, unidas umbilicalmente.

¡Dichoso soy y somos los que vivimos en la esfera multiexpresiva,

multirreligiosa y multirracial de la época presente! También se

amplía cada día más.

Viajar estira la mirada tanto como los puntos suspensivos en un

renglón como una flecha a la deriva, y al quedarse uno quieto

parado surge la reflexión, germinan los pensamientos y los

sentimientos.

Unos afirman: literatura es vida, como yo en este caso; otros

remachan: no hay vida verdadera sin literatura; otros nos

contradicen: hay que vivir y no hacer literatura; la realidad es lo que

cuenta, no lo que inventa la ficción; ficciones sobran, nos faltan

trabajos útiles, etc, etc, etc.

Bueno, pues depende. ¿En qué estamos pensando: en alimentar y

vestir el cuerpo o en recrear y revestir de belleza el espíritu? Porque

ahí reside el quid de la cuestión.

La literatura no es verdura de las eras ni hojas de papel que lleva

el viento de la historia. Mirad cómo perduran la Ilíada de Homero,

las tragedias griegas de Esquilo, Sófocles y Eurípides, las comedias

de Aristófanes, las fábulas de Esopo y mi tocayo Lucio Apuleyo y

las de Lafontaine y Harzenbuch y Samaniego; o los Discursos y

sermones de Bossuet o Fray Luis de Granada.

Pasó el punzón cuneiforme sobre el granito, pasó la tabla de arcilla,

pasó el papiro egipcio, pasó la tableta romana (ahora tablet), pasará

el papel arbóreo, caduco también, pero las ideas y los sentimientos

se aposentarán en soportes nuevos ya en uso, y la Biblioteca de

Alejandría cabrá en un disquete o pendrail USB. Parece que hasta

volvemos a los grafemas o ideogramas en los móviles, recortando

las letras del alfabeto. El caso es entendernos.

Literatura o vida. Crecer o morir. Dormir y además soñar, y estando

continuamente despiertos a la novedad. El mundo es nuevo cada

día y debemos redondearlo como lo redondea el sol, capitán

redondo lorquiano de espadas de rayos flamígeros.

“Luz, más luz”, dijo Goethe al morir, y pidió que le abrieran las

ventanas de la habitación, porque no había terminado de leer todo

lo que quería ni de escribir todo lo que le quedaba en el alma. El

alma es el último suspiro volátil, pero yo creo en la transmigración

de las almas: eternas, eternas, eternas.

El autor de los “Los Heteredoxos, don Marcelino Menéndez y

Pelayo, dio mil vueltas a Santander antes de bajarse del autobús

porque iba leyendo, y cuando su madre le dijo un mediodía “deja de

ler, que hay que comer”, puso una sardina asada entre las páginas

para saber por donde debía continuar después del postre.

Yo nunca acerté a vivir como la pazguata mayoría, sino como la

inmensa minoría juanrramoniana: “Espacio” y “Animal de fondo”.

¿Los recordáis? ¿Sabéis que este panteísta y andaluz universal

poetizó la Anunción del Ángel a María en “Trasunto de cristal, bello

esmalte de ataujía? La religión, las religiones están en la entraña

de la humanidad…¡Y son religiones del libro, de los libros: Cristo,

Buda, Mahoma, Confucio…!Y hasta en la religión del proletariado

de Marx, causa de revoluciones…, pero ese es otro cuento, que no

me gusta. Lo escrito, escrito está, ínsito en el espíritu de los pueblos

de la tierra. Por los libros, por la literatura religiosa, ascienden como

mártires a los cielos. Porque hay vida después de la vida, gracias a

la literatura, en sánscrito o en geroglíficos faraónicos.

Literatura o vida. Literatura y vida. ¿Quién dijo que no? Vivir, por

otra parte, ¿no representa la huella del hombre en la tierra, en

lenguaje plástico? ¿Y qué huella más perdurable que Altamira,

signo símbolo escrito en piedra, o los inescrutables Documentos

bíblicos del Mar Muerto o los cuarenta mil versos de Gilghamesh,

la epopeya mesopotámica sumerio-acadia, o los dos mil o tres mil

del Poema de Mio Cid, la Divina Comedia, la Odisea, la Eneida y

el Libro del Buen Amor? Etc, etc, etc. ¿Dónde está la vida y dónde

acaba la literatura que la recoge, envuelve y desmesura?

¿Vive más quien más anda y prueba, gusta y conoce, o quien se

enfonda en la bodega alambicada de su cerebro y goza del paraíso

que son las bibliotecas para Jorge Luis Borges, y luego escribe,

escribe y escribe sentado como el escriba del arte antiguo?

Afuera: sombras, nubes, vientos, ceniza, polvo, nada (¡Oh

Quevedo, oh Góngora, oh Pepe Hierro!...) Adentro: la luminaria

o lucernaria de la bodega interior, donde se encuentran los vinos

más deliciosos de “Los salmos de David”, “o “Los proverbios, El

Eclesiastés y El cantar de los cantares” del rey Salomón, el amante

de la reina de Saba. ¡Ah, la Biblia, el libro de los libros: la literatura

en perlas de seducción universal!

Estoy convocándoos al debate, a la divergencia de opiniones, a

la disolución de la uniformidad. Esta es mi manera de ofertaros

comunicación sobre el tema del V Encuentro Internacional “Silos

2014: La magia de la Literatura: creación, transformación y

prestigio”.

Podría seguir divagando, pero no quiero cansaros. Escritura

somos sobre la faz de la tierra. Ella, la palabra, es la que mueve y

conmueve a la humanidad, la que no diferencia de los animales y

nos sobrepone a ellos

No se me ocurre pedir peras al olmo: hay en mayoría ágrafos y

analfabetos. Quizá sobran escribidores y bardos como nosotros,

pero está claro que la literatura ilumina la vida de los mortales, sea

oída, leída o manuscrita. En color carmesí, o en rojo, verde y azul

como Ramón Gómez de la Serna. Da igual.

Y luego se añade la infinitud de faces y fases del gremio plumífero.

Cada cual es distinto que su semejante. Y más vidas vive quien

más personajes crea, porque como autor omnisciente, se derrama

en cada uno de ellos. No dejéis de leer “La verdad de las mentiras”,

el genial ensayo literario de Mario Vargas Llosa. Alucina.

Cada mañana me sumerjo ante un café y una ginebra con hielo

y limón en el bar de los jubilados de Guadalix, y los senecos

pueblerinos me regalan sus sabias experiencias vividas. Saben que

escribo y publico y que así su memoria fenaciente renacerá algún

día –folclore, bailes, música, costumbres, elementos agrícolas…-

Verba volent, scripta manent.

¿Literatura o vida? Termino: literatura y vida indisolubles. La vida

es teatro, máscara, coturno, carnaval, pasión sacramental, gloria de

resurrección, cielo azul y tierra gris, aire, agua y fuego, realidad e

invención. Y es música y pintura y escultura. Bellas Artes.Hasta los

fantasmas existen, porque los hemos creado en nuestra fantasía.

Grandes vividores: Lope Zorrilla, Pietro Aretino, Dante, el Arcipreste

de Hita… Grandes vividores y grandísimos literatos, empujados

por no saber ser ni hacer otra cosa que literatura. Para vivir más y

mejor.

¡Quien supiera escribir, señor cura (Ramón de Campoamor)

Adelanté que no adornaría esta plática volcánica con laureles

de citas gloriosas, pero glosarlas me ha sido necesario. Me he

contradicho. Contradictorio soy y seré: ¿Quién que es no lo es?

Nuevamente me viene a las mientes el monstruo de la naturaleza:

“¿Cómo componer? Leyendo

Y lo que leo imitando

Y lo que imito escribiendo

Y lo que escribo borrando

Y lo borrado escogiendo”.

Y otra vez el indio nicaragüense Rubén Darío:

“El libro es fuerza, es valor,

Es poder, es alimento,

Antorcha del pensamiento

Y manantial del amor”.

“En algún lugar de la biblioteca hay una página que ha sido escrita

para nosotros” (Alberto Manguel)

“Lee y conducirás”. No leas y serás conducido” (Santa Teresa, la

doctora mística)

San Juan de la Cruz: “Adónde te escondiste…”

A un lector anónimo, quizá un niño, se le llenaron los ojos de

lágrimas mientras leía.

-¿Por qué lloras, si todo en ese libro es de mentira?, le preguntó el

papá.

-Lo sé, pero lo que yo siento es de verdad.

Pues eso. Que escribir es vivir. Felices de vosotros.

(Ponencia pronunciada en el Seminario Silos 2014, organizado por Basilio Rodríguez Cañada, de Editorial Sial/Pigmalión. 11 al 13 de abril soleados).

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miércoles, 16 de abril de 2014

La naranja de la luna


La naranja de la luna
cuando sale en primavera
¡quién tan soberbia la viera
como a ella la viera yo!
¿A que sí y a que no?

Por mirarla, cual ninguna
dama doncel de los cielos,
va y se sonroja de celos.
Pues más celos tengo yo
que el que violarte intentó.

¿Celos por qué, luna impávida,
si fuiste siempre primera
en mi querencia soltera
de tu cara con rubor
cual la más rosácea flor?

No me responde, impasible
ante la  inquieta dulzura
que mi corazón supura
por venas rojas de amor.
¿Habrá pues mayor dolor?

Anda, luna, luna, luna,
redonda copa lejana,
acércate a la ventana
y mirémonos los dos.
Yo nunca te diré adiós.

Aquí quedo de rodillas
suplicando tu bondad.
Dame perdón y piedad.
Por ti me perdiera yo
¿a que sí o a que no?

De ti depende y no hay más
discusiones por venir.
Contigo llorar, reir
y soñar un sueño a dos,
si es que así lo queréis vos.


a.sotopa@hotmail.com

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martes, 15 de abril de 2014

Una niña en el templo de Jerusalén

(Apuleyo Soto publica en su blog estos días de Semana Santa sus Leyendas (apócrifas) de María. Editorial Vitrubio las lanzará al mercado este otoño, o antes, con bellas ilustraciones clásicas)


I
Al Templo de Dios llevaron
Ana y Joaquín a su hija,
pues iba a ser Templo puro
de Dios la Virgen Santísima.

En soledad y oración
pasa los donceles días.
Ella será el Tabernáculo
del Pan de la Eucaristía.

A sus pies, pies de manzana,
se prosternan los escribas.
María, la adolescente,
hace lo que Dios le dicta.

Crecen los lirios del campo;
crece la sabiduría
de la sierva de David,
el que tañía la cítara.

II
Hay por los Valles de Hebrón
un clamor de resistencia.
Que encarne el Hijo de Dios
el Pueblo de Dios espera.

Turbio de sangre y pecado
baja el Jordán. Penitencia
predicará después Juan
el Bautista en sus riberas.

Saduceos, fariseos,
gentes de mente perversa,
confunden las Escrituras
e increpan a los Profetas.

La Virgen sube las gradas
del Templo otra vez, y sueña
con el Gran Libertador
de las Ciudades hebreas.

III
Entre las varas de nardo
una sola es verde y fresca.
Quiere el Sumo Sacerdote
saber a quién retenérsela,

y, por la Puerta Dorada,
el santo José se acerca,
el pecho como una llama,
las manos como una ofrenda:

-Yo no soy digno, Señor,
de esposar a esa doncella.
-El mandato es de Dios mismo,
¡oh, Varón de Galilea!

Quince años. Ya la Virgen
abandona el Templo. En ella
va a hacer su nido de Amor
el Dios de inmensa grandeza.

José también abandona
las sagradas áureas piedras.
Está al venir el Mesías…
Está la boda dispuesta.

a.sotopa@hotmail.com

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lunes, 14 de abril de 2014

María escucha el sermón de la montaña



-La luz del cuerpo es el ojo.

Dios viste a las margaritas.

Bienaventurados sois

los hombres de manos limpias

y los que mansos y humildes

ofrecéis la otra mejilla

a los que no os soportan

sacudidos por la ira.

Seréis pronto perseguidos

por seguir la causa mía,

mas no temáis si sufrís

por hambre y sed de justicia.

¿Dónde está la sal del mundo?

Yo soy la sal salutífera.

Atesorad para el cielo,

lejos de orín y polilla.

Está predicando Cristo

en la montaña bendita.

Su Madre lo escucha absorta

en el corcel de la brisa.

II

Por el sermón nunca oído

de las bienaventuranzas

se extiende un halo de luz,

solidaridad y gracia.

Zelotes y publicanos,

rameras, amas de casa,

pescadores y pastores

de la esperanza sagrada…

sienten que el nuevo Profeta

cierra la noche del alma.

-No basta decir Jesús,

dice Jesús, y se calla.

Esta vez habló muy claro.

Esta vez no usó parábolas

Un centurión se le acerca:

-Te espero el día de Pascua

III

Del monte baja el Señor.

Es la senda estrecha y larga.

(Corderos entre los lobos

a las primeras del alba).

Aves y lirios del campo

beben la luz nunca usada,

sin preocuparse en vestirse,

sin afanarse por nada.

La muchedumbre le cerca

como una dócil manada.

-Prudente es el que edifica

sobre la roca su casa.

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viernes, 11 de abril de 2014

Falta el vino en las bodas de Caná



Está la Virgen de boda
en Caná de Galilea.
Jesús, haciendo senderos,
por Cafarnaún se acerca.

-Nos falta vino, Señora.
¡Qué desgracia! ¡Qué vergüenza
para los dulces esposos!,
dicen los que sirven mesas.

Y tienen razón los pobres:
¡Era tan bonito, era
tan sublime celebrar
el gozo de una pareja…!

María escucha. Su pecho
se alza como la marea
del lago de Tiberíades
en las mañanicas frescas.

-Ahí está Jesús. Ahí viene…
se oye de pronto, y la espera
es cada vez más ansiosa.
-¡Si Él quisiera, si Él quisiera…!


II
Con los ojos en su Hijo,
la Virgen sale a la puerta.
-“No hay vino”, susurra y calla.
Se ha enternecido el Profeta.

-Se acabó el vino, Señor,
los comensales comentan
mientras los esposos piden 
a su Amigo una respuesta.

Jesús manda traer agua.
Luego se retira y reza.
Al poco canta en las copas
el mejor vino de mesa.

¿Qué ha pasado que los odres
son nuevos y no hay manera
de que dejen de manar
a los ritmos de la fiesta?

-No mezcléis lo que yo hago
con las tradiciones viejas.
La vida empieza conmigo,
dice el Maestro y se aleja.


III
Atardece en el adobe
como en un campo de fresas.
Jesús va en busca de Pedro:
-Tú eres mi primera piedra.

Andrés, Felipe y Santiago
familia y trabajo dejan.
Juan, el amado más joven,
le reclina la cabeza.

Hasta doce pescadores
han sido su rica pesca.
Con ellos funda y se funde
en una única Iglesia.

La Virgen no lo comprende
de momento, mas no hay queja
ni en su pecho dolorido
ni en sus labios de cereza.

Su Hijo ya es de los otros
más que de José y de ella.
En la inmensidad relucen
las niñas de las estrellas.

Por el aire de Caná,
de Caná de Galilea,
se oye el arpa de los mozos.
¡Si el arpa de David fuera!






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martes, 8 de abril de 2014

'Platero y yo' cumple cien años


Cien años, ahí es nada, y sigue tan vivo y lectorado como cuando Juan Ramón Jiménez, el andaluz universal, lo publicó en 1914.

Ya casi no hay burros (“peludos, suaves, tan blandos por fuera que se dirían de algodón”) ni en los campos ni en las aulas, pero las andanzas y vivencias de “Platero y yo” siguen haciendo las delicias de pequeños y mayores, traducido a mil lenguas. 

Apenas otorgarle  a JRJ el Premio Nobel de la Real Academia Sueca, me lo mandó leer mi maestro. Y aún no he terminado de releerlo.

Platero, platerillo, platerete, yo soy solo un asnillo como tú.

a.sotopa@hotmail.com
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lunes, 7 de abril de 2014

Publicidad hasta en la sopa, la ropa y el vestido

¿Hasta dónde esta carrera desenfrenada, entintada, digitalizada y audiovisualizada de excitar el apetito de adquisición de cosas y más cosas por la sedicente subsumida población en crisis? ¿Qué población? ¿Qué crisis? Leer la prensa, oir la radio, ver la televisión. Están sembrados de anuncios que cuestan un huevo. No me aclaro. No me lo aclara nadie. Ya, son los ricos los que se exhiben en su grandeza. Y los pobres los que aumentan su riqueza, la de ellos, claro. A otro perro con ese hueso. Cuando tanto se anuncia, es que tanto se compra. ¿Y por qué se tira a la basura apenas recién estrenado o –válgame Dios- sin estrenar o consumir? Ni el sabio Salomón lo entendería. Que vuelva y lo vea. ¿Nos engañan o nos engañamos a nosotros mismos? Porque si las grandes firmas que criticamos a destajo siguen publicitándose es que venden y sacan ciento por uno del valor de lo que ofrecen. O el porcentaje que sea, pero siempre superior al invertido. ¿O no? Tontos ellos no son, quizá los únicos tontos somos nosotros, todos los demás. Tenemos derecho a quejarnos, pero más derecho a no hacerles ni caso. ¿Y qué? Pasivos, bobos, adquirientes sin freno y sin beneficio. Perdonad, yo no quiero ser de este mundo capitalista, pero tampoco del comunista devorador y rompepelotas. Que alguien, si es listo, me dé la solución. O la absolución.


a.sotopa@hotmail.com

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viernes, 4 de abril de 2014

Segovia siempre presente


Segovia ha estado presente el pasado sábado noche en el Casino de Madrid, Alcalá 15, durante la entrega de los Premios a la Excelencia Educativa y Social otorgados por la Institución Trinity College de Boadilla y San Sebastián de los Reyes, en una cena de gala en la que destacó el presidente de la RAE, José Manuel Blecua, y  de la que fue presentador y maestro de ceremonias el poeta y profesor Santiago López Navia, tantos años vinculado a la Universidad SEK del Campus de Santa Cruz la Real, hoy IE, más volcada en la empresa que en las Humanidades.

El acto resultó magnífico: Más de doscientos comensales intelectuales aposentados en el Salón Real del Casino, todo lujo, en el que destacaron periodistas y escritores de amor, residencia y querencia segoviana, como Emilio Gavilanes y señora, Eduardo Martínez-Rico, Arturo Fernández y yo mismo, con perdón.

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miércoles, 2 de abril de 2014

Todo cambia y todo queda (si lo asumimos con humor)


De un día a otro todo cambia

pero queda para mejor:

si se deshace Groenlandia

se alzan las playas de Benidorm;

si se ausentan los lobos marinos

cantará más el ruiseñor;

si los peces delgados y delfinos

finan, surgirán cúpulas de girasol,

si la tierra se enfonda

ningún mar va a ser menor

y onda tras onda

las caracolas reemitirán su rumor;

si el colibrí se empequeñece

de alas y pico de color,

habrá otro pájaro que lo reviva, mezcle o mece

con idéntico amor y temblor de gargantúa en flor,

y aunque las selvas se desarbolen

no habrá por qué tener temor,

follas follen y volent,

yo quieto, y el mundo alrededor.

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martes, 1 de abril de 2014

Sorpresas te da la vida


Me sorprendo a mí mismo esperando no sé qué.

Soy esperanza, caridad y fe.

¿Por qué, para qué? ¿Eeeeh?

Un libro, una llamada, un beso

¿no son más que eso?

¿y cuándo lo sabré?

Un día y otro día

me pongo en pie desde la almohada fría

a ver qué haré

y no hago más que poesía,

ronda que te rondaré,

permanente manía

de un balbuceante no sé qué.

¡A esperar, vida mía,

con caridad, con fe,

mientras damos al traste

con este paripé!

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