de Ángel
Garrido
les parecen
adecuados
a la doble
oposición
del “gavioto”
de Madrid,
como se lo
han demostrado
tapándose la
nariz.
Ante el
puntual nombramiento
de
presidente interino
para nada
adulterino
de la su
Comunidad,
no hay que
darle más que aliento
y si al fin
resulta indino
lamentarlo
de verdad.
Al sucesor
de Cifuentes
le han
puesto un canto en los dientes,
pero el “fontanero”
activo
seguirá
estando bien vivo
—aunque en
funciones en Sol—
mientras que
mantenga el pívot
su pedigrí
de español.
Apuesto
porque este hombre
sensato,
culto y bregado,
le haga gran
honor al nombre
de Ángel que
ya se ha ganado.
Y si además
es Garrido,
que continúe
empeñado
en la limpia
del partido.
Bajo el
escudero Pío
le esperan
días de plomo.
Tendrá que
mostrar aplomo,
cordura,
calma y trapío.
De sus dotes
yo me fío
más que un
tonto de los moros.
Moros sobre
la Almudena
—castillazo
de Madrid—
se apostan
en las almenas
contra este
nuevo adalid,
pero si
abren sus colmenas
verán que se
encuentran llenas
de miel, cual
de uvas la vid.
Esperemos a
ver qué hace
o qué
deshace
y después le
juzgaremos.
De momento
ahí le tenemos
con un fiel
curricular.
Por tanto
nada tememos
de que nos vaya a fallar.
91 8470225
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