y me dicen
que ya es tarde
y que ya ha
llegado otro
antes que yo
sin avisarle nadie.
Ya es tarde,
ya es tarde,
conminaba su
padre
al pequeño
Azorín
que estaba
al cabo de la calle
y sin volver
a casa
se empeñaba
en seguir a su aire.
Ya es tarde,
ya es tarde,
me digo yo a
mí mismo
cuando
llegar a tiempo no consigo
por más que
de ello yo haga alarde
sin tener un
punto fijo.
Ya es tarde,
¿pero por qué?
No sé, no
sé.
¿Tarde desde
cuándo,
dónde y
cómo?
Tarde ¿para
qué?
No me
conformo.
Nunca es
tarde para leer,
para vivir,
para soñar,
para pensar,
para viajar,
para volver.
Y aquí estoy
ahora
sin saber
qué más hacer.
918470225
No hay comentarios:
Publicar un comentario