y ahora no
hay quien lo detenga,
se nos queda
todo el año
mientras el
invierno mengua.
¿Y qué será
del planeta?
¿quién lo
mantendrá templado?
¿quién le
ajustará las ruedas?
¿quién le
tendrá a su recaudo?
Todos,
todos, todos, todos
estamos
involucrados.
O moderamos
sus modos
o sin agua
nos quedamos.
Y es el agua
la nascencia
de la vida,
ay, hermanos,
de modo que
haber paciencia
deberemos
entretanto.
¿Qué será
del mundo al fin,
ese perpetuo
secano
en el que se
dan la mano
la ansiedad
y el mal vivir?
Dios nos
coja confesados
si es que al
cielo hemos de ir
después de
nos convertir
en flor de
un día en verano.
918470225
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