Señora del
Acueducto,
ha sido
desarbolada
de su
celestial reducto
para ponerle
una copia
banal en el
hueco augusto
que solo
pesa sesenta
como un
pequeño artilugio.
Al lado
tendrá al diablillo
cucha,
cuchi, cacho, cucho,
del que José
Antonio Abella,
escritor y
medicucho,
ha hecho
otra copia polémica
yéndose
siempre a lo suyo.
Ya veremos,
tras de ahora
lo que pase,
mas presumo
que no
quedarán contentos
918470225
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