jueves, 3 de enero de 2019

Sueño con Pepe Hierro

Anoche yo soñé
con Pepe Hierro
que en la Universidad
dictaba versos.
de “Cuanto sé de mí”
como hombre recio,
bigotudo y tranquilo
leyendo hacia adentro.
En el aula vacía
se imponía el silencio.
Yo era el único oyente
de su universo.
A cuestas con la bomba
de oxígeno en el cuello,
parecía un Profeta
del Viejo Testamento
impartiendo lecciones
a diestros y siniestros:
“Al son del tiempo que corre,
fecha a fecha, vais muriendo.
Vosotros sois para mí
un bosque perecedero”.
Ya un poco fatigado,
me señalaba con el dedo:
“La vida es como es, no se detiene.
Hazme caso, Apuleyo.
Alegría y tristeza se suceden
y penas y tormentos”…
Y aunque dolido,
continuaba impertérrito:
“Llegar a la vejez
es completar el libro abierto
que cedemos al mundo
para goce perpetuo.
Nunca dejes de andar ni de escribir
hasta subir al cielo
de la posteridad:
supremo premio”.
Con un pie en el estribo,
terminó serio:
“Inútilmente fui
recorriendo senderos
y nunca, nunca, nunca
me atenazó el miedo.
¿Qué haces aquí?
Tú corre como el tiempo,
que el final está cerca
y el final es el cielo”.
Entró el sol en mi cuarto
y desperté del sueño.
Era el primer sol
del Año Nuevo.

918470225

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