es el cuerpo
del hombre y las mujeres,
pero la
están supliendo las de acero, aluminio, hierro y plástico
en todos sus
quehaceres,
aunque las
manejen ellos todavía y a destiempo.
Ellas ya son
autónomas
y van solo a
su avío y a su antojo,
imponiéndose
al mando del incauto sapiente
que
intentara ordenarlas.
Este mundo
supremo
de
inteligencia técnica, artificial, artística y estética,
ha dejado de
lado y un plano inferior
a los
trastos antiguos desusados…
y a los
nuevos los hace funcionar de otra manera
mucho más
limpia.
Es en la que
estamos.
Los trenes,
los aviones, los buses y los drones
los llevan
unas manos invisibles e inmóviles
que todo lo
detectan.
Se acabó el
conductor uniformado para nada.
¿Adónde
llegaremos con tantas invenciones
como nos
sobrevienen y sobrevivirán?
Quietos no
nos quedamos,
y por arte
de magia o de birlibirloque
volamos,
escribimos, hablamos, navegamos,
componemos
historias,
circundamos
los hielos,
asaltamos
los cielos,
auscultamos
las tierras,
despanzamos
las nubes,
poblamos los
desiertos
y habitamos
las cumbres de la nieve asequible y esquiable.
Con tal de
no parar,
los dedos se
hacen duendes,
y más que la
cabeza domina el pulso táctil,
incluso al
son de un soplo o una palabra.
Bien para la
humanidad
todo aquello
que se haga con buena voluntad,
se invente,
desarrolle, venga a cuenta o a cuento…
Yo lo asumo
y celebro
y me crezco
con ello.
La vida es
un sendero por el que transitamos
hasta ser
pura alma con los ángeles juntos
tocándonos
la cítara del corazón acorde.
Que no nos
falte nunca.
Y Dios, el
Dios
que tantos
nombres suma:
Naturaleza,
Pan, Alá, Javeh,
Buda, Visnú
o Siva…
nos recoja
en su seno complaciente
de eternidad
dichosa
cuando
llegue la hora.
Pero que se tarde,
la tarde del amor.
918470225
No hay comentarios:
Publicar un comentario